Trece personas fueron detenidas tras los allanamientos de la Policía Federal
Por Federico Fahsbender (Infobae)
Entre balas y 800 bochas de droga, la
Justicia pudo saber quién es quién. El megaoperativo ordenado esta mañana por
el juez Ariel Lijo para más de 40 domicilios en los asentamientos de Retiro y
que recolectó trece detenidos, la amplia mayoría peruanos, uno de ellos con
pedido de captura por homicidios, no ocurrió sin inconvenientes. Hubo disparos
desde la casa 49 de la manzana 99 de la Villa 31 bis, tras una puerta blanca
que llevaba al fondo de un pasillo cargado de conexiones precarias de cables y
ladrillos sin revoque. Un grupo de presuntos dealers respondió a balazos ante
la llegada de efectivos de la división Antidrogas Urbanas de la PFA.
Afortunadamente, nadie salió herido. Pero el pasillo no es cualquier pasillo,
por otra parte. Para el fiscal Jorge Di Lello y su equipo a cargo de instruir
la causa, era claramente un punto estratégico; un bunker para guardar armas,
controlados por traficantes paraguayos. Hay un apodo puntual vinculado a ese
pasillo: "Ñené".
"Ñené", por su parte, tiene un
hermano, algo más importante que él en el micromundo de delincuentes de la 31
bis: le dicen "Zapara". En documentos de la causa a los que accedió
Infobae, "Zapara" tiene un rol preponderante. Para Di Lello y su
fiscalía, sería un nuevo narco, otro jugador con droga a su nombre en uno de
los territorios más violentos del país. Su propia casa en la manzana 105 fue
allanada. Hay otros puntos vinculados al nombre, domicilios en las manzanas 4 y
5, que también fueron parte de la lista.
En esos lugares, rodeados de escalera
caracol, se guardaría y fraccionaría la droga que se venden en manzanas como la
105, pleno Playón Este, un punto controlado por paraguayos. Para Di Lello,
"Zapara" sería parte de la banda de "Los Sampedranos",
llamada así porque sus miembros provienen de la zona de San Pedro, en la Región
Oriental de Paraguay, un grupo que fue detectado por el fiscal Federico Delgado
a mediados del año pasado, sospechado de venderle droga a alumnos del colegio
Fili Deii de apenas doce años. Jamás se supo quién es su líder, por ejemplo. Su
estructura hasta ahora era un enigma.
En la manzana 105, la Justicia federal
apuntó también contra las operaciones de otro habitué de las crónicas de
traficantes de la Villa, conocido como "Don Ramón". El kiosco que
tiene su nombre cerca de la Plaza de los Lápices es un punto estratégico:
permite ver los pasillos circundantes. Ahí, los paraguayos también ocultarían
su droga. Tras los depósitos de "Ramón" suena otro nombre también
paraguayo, "Marcos": su rol sería administrar las armas.
Todas estas sospechas no son automáticas,
sino el trabajo de cuatro años de inteligencia y unificar causas a través de
diversos juzgados en Comodoro Py. Así, el equipo del fiscal Di Lello establece
quién es quién en la actual realidad narco de las villas 31 y 31 bis, los
nuevos jugadores de poder más allá de capos célebres como César "El Loco"
Morán, preso en Devoto por dos homicidios y con un pedido de extradición de la
Justicia limeña o la sombra de Alionzo "Ruti" Mariños, enemigo mortal
de "Marcos" Estrada González, buscado por el juez Sergio Torres.
La idea del fiscal Di Lello y su equipo que
tomó fuerza en el Gobierno fue precisamente no ir detrás de armas y cargas de
droga, sino tomar el territorio por la fuerza para comenzar un extenso trabajo
social con los vecinos. El primer golpe fue efectivo. Hubo más de 500 efectivos
de divisiones de la PFA como Antidrogas Urbanas y el GE-1, más una actuación
notable del Cuerpo de Prevención Barrial, con un destacamento en la frontera
del Playón Oeste, una de las zonas más violentas; su personal es de gran
experiencia para operaciones federales de gran despliegue en territorio
villero. Pero el control narco en la 31 y la 31 bis es extenso. La ministra
Patricia Bullrich dio su conferencia de prensa esta mañana junto al secretario
Eugenio Burzaco y el jefe de la PFA, Néstor Roncaglia en la Plaza de los Lápices,
no muy lejos de la manzana 105. Ahí, por ejemplo, fueron vistos con frecuencia
los supuestos soldados de "Ruti" Mariños y los dealers ligados a los
"Sampedranos".
El corralón ilegal y boliche bailable
Tarzán en la manzana 109 también integró la lista de puntos en donde irrumpió
la PFA. Es otro viejo favorito. El juez Casanello ya lo había allanado por
cargar materiales de construcción. "Tarzán" es el apodo de su
supuesto dueño, Francisco Fouz. Junto a su hermano Pedro, fue largamente investigado:
Pedro tiene a su nombre dos causas en la Justicia federal, una de ellas por
estupefacientes. Sus teléfonos, largamente intervenidos, dieron resultados
negativos.
Para la Justicia, el corralón ilícito sería
una simple pantalla para ocultar maniobras narco. Por otra parte, se lo
considera fuertemente vinculado a "Los Sampedranos". Otros domicilios
vinculados a Fouz también fueron inspeccionados en las manzanas 108 y 105. El
21 de marzo, a pocos metros del corralón "Tarzán", Edwin Tupía, un peruano
de 41 años, apareció acribillado a balazos en un Volkswagen Polo. Fuentes que
conocen a la zona hablan de sicarios paraguayos como los presuntos
responsables. Alguien que conoce bien la 31 bis apunta: "Si sos peruano,
no andes por donde mandan los paraguayos. Así de simple".
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