La casa de "Marcos", en el barrio privado La Celia, en Ezeiza
Por Virginia Messi (Clarín)
En 1996, hace exactamente 20 años, un
triple crimen les dio a los peruanos el control del narcotráfico dentro de la
estratégica villa 1-11-14 (del Bajo Flores), hasta entonces en manos de un capo
paraguayo. Dos años después el asentamiento ya tenía dueños claros: tres tipos
pesados que se jactaban de haber tenido contactos en su país con el grupo
terrorista Sendero Luminoso. Ellos eran Marco Antonio Estrada González (alias
“Marcos”) y los hermanos Esidio Teobaldo (“Meteoro”) y Alionzo Rutillo Ramos
Mariños (“Ruti”).
Toneladas de droga, decenas de muertos (entre
ellos el propio “Meteoro”) y varias condenas pasaron desde entonces. Pero ni la
cárcel ni las sentencias judiciales lograron que “Ruti” y “Marcos” dejaran su
negocio. El primero está en Perú -adonde fue detenido en septiembre pasado-
esperando su extradición a la Argentina, ya que el juez federal Sergio Torres
lo reclama para indagarlo como jefe del tráfico de cocaína, paco y marihuana en
la villa 31 de Retiro, adonde se había refugiado tras pelearse y enfrentarse a
muerte con “Marcos”.
También investigado por el juez Torres,
“Marcos” cayó en la madrugada del sábado: lo acusan de ser el líder del tráfico
en la 1-11-14, jefatura que, pese a tener tres condenas encima, nunca delegó ni
siquiera durante los años en los que estuvo preso.
Ayer a las cuatro de la
mañana en punto, tal como indicaba la orden del juez, policías antidrogas de la
Federal -supervisados por el jefe de la Fuerza, Néstor Roncaglia- irrumpieron
en la casa de la calle Pilcomayo 406 del barrio privado “La Celia”, en Ezeiza.
Allí se mudó “Marcos” en 2014 luego de que la Justicia le otorgara la libertad
condicional.
El interior de la mansión del narco peruano
Ya en la calle, Estrada
González volvió a convivir con su histórica mujer, Silvana Salazar (también
condenada en dos casos como él) y la pareja se instaló en “La Celia”. Según el
planteo del juez Torres - que derivó ayer en la detención de “Marcos” y también
en la de su esposa-, el peruano siguió manejando los hilos de la 1-11-14
(considerada el “mercado central” de la droga porteña) desde la cárcel y también
desde el country. Lo hizo incluso frente a las narices de Alejandro Granados-
vecino del lugar, cuando éste era ministro de Seguridad de la provincia de
Buenos Aires.
En la casa de “La Celia”
se secuestraron celulares, computadoras, 51.600 pesos, 400 dólares y cinco
autos. Aunque “Marcos” y Silvana son, según el juez, dos de los principales
jefes de la organización, el operativo de ayer fue más allá de ellos. En total
se realizaron 65 allanamientos, hubo 23 detenidos, se secuestraron 34 armas y
1.450 municiones. También, 200 kilos de marihuana, 11.748 dosis de cocaína y
paco, 400 teléfonos celulares y casi 800.000 pesos.
En la lista de lugares
revisados se destacan cinco sedes de diferentes iglesias evangélicas. Según
pudo confirmar Clarín, el juez Torres y su secretaria, Verónica Bresciani,
sospechan que la banda usaba estas instituciones para lavar el dinero obtenido
por la venta de drogas. Allí por lo pronto se secuestró mucha documentación.
En total “Marcos” tiene
en su historial tres condenas por narcotráfico. La primera fue dictada en 2004.
Entonces, a él, a “Ruti” y a “Meteoro” los sentenciaron a tres años y medio de
prisió. Pero como “Marcos” estaba preso desde 2001 salió casi de inmediato y
retomó el negocio solo. Los otros dos procesos en su contra se cerraron en 2012
y 2013 en juicios abreviados cuyas penas se unificaron: le cerraron las cuentas
en 10 años y a su esposa Silvana, en 8. Para 2014 ya estaban los dos en
libertad.
Dos de los cincos automóviles de Marco Antonio Estrada González
Los investigadores
también determinaron que la organización dividió las jornadas de venta en dos
turnos rotativos de cuatro semanas cada uno. Cada grupo de vendedores tenía su
área exclusiva y éstas cambiaban cada 4 semanas. También lo hacían los máximos
responsables: un grupo dependía directamente de laderos con línea a “Marcos” y
otro era capitaneado por el hermano del capo, Fernando Estrada González, alias
“Piti”.
“Piti” está prófugo en la
“megacausa paco” de la 1-11-14 desde 2010. Estuvo preso en la Argentina por un
homicidio que cometió en 1998 junto a uno de sus sobrinos, Jairo Leonel Paucar
Estrada. Por ese crimen, el hermano de “Marcos” fue sentenciado a 12 años de
prisión, pero al cumplir 7 pidió su expulsión del país.
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