El secuestro de la droga en el ómnibus en el que viajaba la condenada, en julio de 2012
Una vendedora ambulante y pensionada del
paraje Dos Hermanas de Bernardo de Irigoyen, madre de siete hijos, fue
condenada a cuatro años de prisión por un caso de narcotráfico. El fallo se dio
en un juicio abreviado y el hecho sucedió en Posadas en 2012.
Erica Wachholz, de 48 años, cumple prisión
en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, donde también se encuentra a
disposición a disposición conjunta con los juzgados federales de Reconquista,
Santa Fe, y Paso de los Libres, Corrientes.
La mujer se declaró culpable y accedió a
que su defensa y la fiscal Vivian Barboza acordaran la pena, luego homologada
por el Tribunal Federal de Posadas, conformado por los magistrados Manuel
Alberto Moreira, Mario Hachiro Doi y Norma Lampugnani.
Wachholz fue hallada culpable del delito de
“Transporte de Estupefacientes en calidad de autora (art.5 inc. “c” Ley
23737)”.
El episodio que la llevó a prisión sucedió
el domingo 1º de julio del año 2012, en un procedimiento de rutina a cargo de
personal del Escuadrón 50 “Posadas” de Gendarmería Nacional, en un ómnibus de
la empresa Andesmar procedente de Puerto Iguazú con destino a Mendoza. En el
asiento 37 detectaron que una mujer que presentó el DNI pero la fotografía inserta
no coincidía con su rostro. Además, el nombre impreso en el boleto que exhibió
no coincidía con el de ella.
La pasajera accedió a mostrar su equipaje.
Dijo que tenía una valija y entregó el ticket, pero cuando los gendarmes
revisaron la bodega del micro dieron con dos valijas similares, con candados
muy parecidos. Entonces se acercaron al sector donde se encontraba la mujer y
encontraron el ticket correspondiente a ese segundo equipaje sobre el respaldo
del asiento situado frente a la butaca 37.
Wachholz accedió a que abrieran las valijas
y los uniformados observaron en el interior de ambas paquetes en forma rectangular
envueltos en papel metálico similares a los panes de marihuana, disimulados con
frazadas.
De ambas valijas se extrajeron un total de
22 ladrillos de cannabis sativa, que pesaron 21,102 kilos. Pero la historia no
terminó allí. Entre las pertenencias de la pasajera encontraron comprobantes de
despacho de encomiendas. La destinataria era ella y los tres bultos se
encontraban en el colectivo. Los uniformados decomisaron al abrir esos paquetes
otros 31,187 kilos de marihuana.
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