Se multiplican los decomisos de pastillas de éxtasis y otras drogas sintéticas
Por Virginia Messi (Clarín)
“Dentro de la lista, todo. Fuera de la
lista, nada”. Desde que en 1989 entró en vigencia la ley de estupefacientes
(número 23.737), la lucha contra el narcotráfico en Argentina se rigió, y sigue
haciéndolo, por una lógica cerrada: sólo pueden ser consideradas drogas
prohibidas las sustancias que estén incluidas en el decreto complementario de
la norma. Este criterio no presenta dificultades a la hora de enfrentar a los
narcos tradicionales, cuya mercancía es la cocaína o la marihuana. Pero tiene
el poder de una carabina vieja contra los traficantes de drogas sintéticas, que
cambian constantemente la composición de sus productos para aprovechar los
vacíos legales.
La carrera es desigual porque con modificar
apenas una molécula del preparado de la droga las organizaciones narco
prácticamente se garantizan la impunidad. Como contrapartida, la actualización
de la lista -tarea a cargo del Poder Ejecutivo- es tremendamente lenta: la
primera fue confeccionada en 1991 y sólo se amplió dos veces, en 2010 y en
2015. Ahora, según pudo confirmar Clarín, está a punto de ver la luz una cuarta
versión, que prohibirá 61 sustancias nuevas. Estas se sumarán a las 244 ya
incluidas, por lo que la lista crecerá un 25%. Pero esto tampoco garantiza
nada.
El problema de las drogas sintéticas no es
menor porque mes a mes -a nivel local, regional y mundial- crecen tanto el
volumen de comercialización como la variedad de productos en oferta. Por un
lado, la base de datos de Naciones Unidas (actualizada a septiembre de este
año) incluye 650 sustancias psicoactivas (NSP) denunciadas desde diferentes
países, lo que demuestra la velocidad con la que los narcotraficantes logran
desmarcarse de la ley.
Por otro, según estadísticas del Ministerio
de Seguridad de la Nación, el decomiso de drogas de diseño (contempladas en la
ley) creció más de un 500% en los primeros 10 meses de 2016 respecto al mismo
período de 2015: pasó de 22.244 dosis a 139.204.
Esto habla de un mercado cada vez más
atractivo en el que la vedette indiscutible es el éxtasis. Solamente ayer se
incautaron casi 25.000 pastillas en dos operativos concretados en Córdoba y el
oeste del conurbano bonaerense: en un día, el equivalente a todo el secuestro
de 2015.
“Si tenemos en cuenta que el crecimiento
del decomiso de cocaína creció también en este período, pero sólo entre un 40 y
un 50%, nos encontramos frente a un fenómeno que requiere trabajar con mayor
celeridad. La cocaína es la cocaína y punto, puede estar más o menos cortada,
pero nada más. El universo de las drogas químicas es muchísimo más dinámico y
complejo”, definió ante Clarín Martín Verrier, subsecretario de Lucha contra el
Narcotráfico, una de las áreas clave a cargo del secretario de Seguridad,
Eugenio Burzaco.
Con la idea de la “legalización”
absolutamente fuera de agenda, desde diferentes áreas del Estado (Ministerio de
Seguridad, Sedronar, ANMAT, CONICET, Procuraduría de Narcocriminalidad) se
están preparando dos misiles legales para ir contra el auge de las drogas
sintéticas en el país.
El primero es esta nueva actualización de
la lista de sustancias prohibidas y el segundo es un cambio de paradigma, ampliando
los controles a familias y subfamilias de sustancias, para facilitarles a los
jueces el encuadramiento de las drogas secuestradas en los operativos.
“El decreto ya está listo. Son 61 nuevas
sustancias. Actualmente está esperando aprobación en la Secretaría Legal y
Técnica y sabemos que ésta ya le pidió su opinión a la Sedronar”, confío
Verrier a Clarín. Un poco más trabajosa es el tarea de separar las sustancias
por familias (en genéricos) para darle una herramienta más amplia a la
Justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario