El mediodía y el macrocentro salteño se
vieron sorprendidos ayer por un llamativo y espectacular operativo de la
Policía Federal Argentina, que detuvo en la intersección de Olavarría con San Juan
y San Martín, a dos autos con ocho ocupantes, en una operación tipo comando que
sorprendió por su eficacia y velocidad. Tras la voz de alto y apuntados por
armas, los ocupantes de los dos vehículos, un Chevrolet blanco y un Clío gris,
descendieron y tras un largo cabildeo. Entregaron sus armas, handys y
credenciales, pero nunca fueron esposados, según testigos.
Luego, según informantes, llegaron altos
jefes de la Policía de la Provincia, quienes no quisieron brindar ningún
detalle de lo que estaba sucediendo.
Muchas versiones comenzaron a tejerse en
esas arterias cortadas al tránsito por el procedimiento federal. Lo cierto es
que en minutos quedaron detenidos ocho policías de civil.
Minutos después, la Policía Federal, con
orden judicial, comenzó la revisión técnica de los vehículos y, según testigos
e informantes, de uno de los autos se secuestró una mochila, un ariete de acero
y otros elementos cuya entidad no tomó estado público.
Testigos afirman que en la mochila iba
camuflada una carga de cocaína, la que estimaron en 5 kilos.
Como en otras ocasiones en las que los
investigados o sospechosos fueron agentes de seguridad o integrantes de fuerzas
armadas, el cuerpo del delito, es decir el secuestro de drogas, no se exhibió
públicamente y a 20 horas del suceso nadie puede afirmar ni negar las versiones
que tomaron vuelo. En el lugar no se convocaron a testigos hábiles para exponer
en público el secuestro y más tarde el cerco informativo estaba ya
completamente cerrado.
En pocos minutos se conoció la voz oficial
del jefe de Policía de la Provincia, Ángel Silvestre, quien aseguró que solo se
habían secuestrado 34
gramos de marihuana y que en total había ocho efectivos
implicados en ese minúsculo tráfico.
Dos horas más tarde se conoció que una
mujer -relacionada a un policía arrestado- y uno de sus hijos también habían
sido detenidos, pero en un allanamiento en barrio Alta Tensión.
Llamativamente a la mujer detenida en Alta
Tensión se le secuestran lágrimas de cocaína y no marihuana.
Las
dos drogas
La Federal detuvo dos vehículos en las dos
esquinas de calle Olavarría, y en el interior de un auto encontraron cocaína,
aseguran distintas fuentes, y "no poca", dijo otra.
Sin embargo, para las principales
autoridades provinciales solo se trató de marihuana.
La Policía Federal se amparó en el secreto
de sumario impuesto por el Juzgado provincial actuante y la ciudadanía quedó
otra vez desinformada acerca del alcance del operativo, que fue exitoso en la
calle, más no se sabe bien en la intimidad de los papeles.
Poco después la fiscal penal 5, Gabriela
Buabse, informó que las detenciones se realizaron en el marco de una
investigación preexistente por microtráfico, la cual tenía como eje central el
accionar de policías de la Drogas Peligrosas del Sector 5, de los cuales 8 se
encuentran detenidos, como así también una mujer y su hijo. El supuesto
transporte de cocaína, claramente un delito federal, en solo segundos tomó un
giro hacia la justicia provincial.
La fiscal aclaró que la detención de los
ocho narcopolicías no fue un procedimiento casual, sino resultado de una serie
de medidas judiciales ya previstas, de las cuales tomó intervención el Juzgado
de Garantías 2, a
cargo del juez Ignacio Colombo.
Relación
de dos hechos
Apenas se produjeron las diez detenciones,
los voceros oficiales relacionaron a uno de los narcopolicías con la mujer
detenida en el barrio Alta Tensión. Así instalaron la idea de una organización
dedicada al narcotráfico.
“Existe una relación entre ambos”, remarcó
una fuente extraoficial.
Sin embargo, no quedó en claro que la droga
que tenían los policías entre sus ropas y en uno de los móviles haya sido
retirada o iba a ser entregada a la madre y a su hijo, arrestados minutos
después.
Cuando los móviles de la Policía Federal
cortaban el tránsito frente a la casa de la calle Juan Ramón Boedo (en Alta Tensión),
un vecino dijo que la mujer, cuyas iniciales serían S.S., “es conocida aquí
porque desde hace varios años se dice que vende droga”.
Según la gente, “durante el día y la noche
vienen a la casa vehículos, motos, remises”.
“Ella tiene dos hijos que estuvieron en la
cárcel por un caso de homicidio y tiene también una hija que actualmente está
detenida por una causa de drogas”, añadió el hombre.
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