Los tambores con alcohol metílico contenían 200 litros
A raíz de una denuncia realizada por la
Gerencia de Fiscalización del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la
Justicia encomendó a la Policía Metropolitana realizar una investigación sobre
la venta de metanol, que se realizaba en portales de compra y venta de
productos por Internet.
Esta actividad, en forma minorista, está
prohibida, porque el Metanol se encuentra dentro del “listado de precursores
químicos de uso controlado”, que regula la Sedronar. Esta es una sustancia
esencial para la elaboración de estupefacientes, por lo que su utilización sólo
está permitido para uso industrial.
Detectan
pc
Una vez detectadas las IP de las
computadoras que ofrecían este producto, el Juzgado Nacional, Criminal y
Correccional Federal N° 7, a
cargo del Dr. Sebastián Casanello, encomendó la identificación de los
domicilios y los posteriores allanamientos.
Oficiales del Área de Cibercrimen
realizaron todas las medidas necesarias para establecer la identidad del
usuario que ofrecía a la venta este producto. Es así que estas medidas
permitieron identificar a una persona, que se desempeñaba laboralmente en una
firma de seguridad privada, la cual brindaba, entre sus servicios, la
manipulación de sustancias tóxicas y le permitía al imputado tener acceso al
producto que luego comercializaba.
La investigación permitió identificar tres
domicilios, todos en el bario de Villa Luro, que eran utilizados para el acopio
del material y la entrega del producto comercializado.
En los mismos, se logró secuestrar dos
tambores de doscientos (200) litros cada uno de alcohol metílico o metanol,
encontrándose uno de ellos lleno, mientras que el otro ya había sido abierto,
para su fraccionamiento, además, se logró el hallazgo de un bidón con veinte
litros del mismo producto, listo para ser entregado. También se realizó el
secuestro de gran cantidad de elementos informáticos y dinero en efectivo,
utilizados en la red de comercialización.
En el año 1993, la bodega Nietos de Gonzalo
Torraga agregó alcohol metílico en los vinos que comercializaba en damajuanas.
Sus productos eran comercializados bajo las marcas Mansero y Soy Cuyano,
provocándole la muerte a 29 personas y más de un centenar de intoxicados en
todo el país. Por esta razón, el INV, que es el organismo responsable de
controlar la producción y distribución de vino en todo el país, realizó la
denuncia.
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