Las granadas FMK 2 halladas durante el procedimiento policial
Por tercera vez en menos de un mes fueron
secuestradas granadas en poder de grupos narcos. Ya había ocurrido a mediados
de febrero en el departamento mendocino de Las Heras y en el complejo
habitacional conocido como Fuerte Apache, en Tres de Febrero. Ayer tropas
especiales de la policía bonaerense irrumpieron en la villa Carlos Gardel y,
además de arrestar a 18 sospechosos, hallaron dos granadas FMK 2 y un pan de
trotyl. Otras cinco armas cortas, también decomisadas, formaban parte del
arsenal de la banda.
La policía informó que el
30 de enero pasado se inició una investigación especial en ese asentamiento
ubicado en Morón. El origen de la causa fue un asesinato en un presunto ajuste
de cuentas entre vendedores minoristas de drogas. Pudo determinarse que allí se
desarrollaba una guerra de baja intensidad entre grupos narcos que se
disputaban el territorio.
Los operativos
concretados ayer fueron llevados a cabo por efectivos de la Departamental Morón
junto con unidades especiales, como el grupo Halcón y tropas de Infantería.
"Los detenidos están directamente ligados a la venta ilegal de
estupefacientes e involucrados en peleas casi diarias por el territorio y el
negocio", afirmaron fuentes policiales.
La investigación estuvo a
cargo de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) N° 5 y del Juzgado de
Garantías N° 2, ambos del Departamento Judicial Morón.
Mayor poder de fuego
La aparición de una banda
de narcomenudeo en posesión de granadas parece confirmar la opinión de varias
fuerzas de seguridad que trabajaron en casos ocurridos en la villa Carlos
Gardel: la violencia parece crecer entre sus pasillos en los últimos meses.
En ese asentamiento, por
ejemplo, fue encontrado en enero pasado un auto incendiado que había sido
utilizado por los asesinos de un bombero retirado de la Policía Federal, de 67
años.
Pocos días antes la
policía bonaerense se había tiroteado con tres delincuentes que intentaban
ingresar en el barrio con una camioneta robada esa noche. Los agentes hicieron
un cerco en ese lugar porque sabían que allí se "enfrían" vehículos
robados en el oeste del conurbano.
Si bien siempre fue
considerado un punto caliente en el mapa del delito bonaerense, una guerra de
bandas narcos podría descontrolar aún más la situación en la zona. Y la
aparición de granadas marca la tendencia de esos grupos a incrementar su poder
de fuego.
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