Méndez, Gerónimo y Maurín antes del escándalo narco
Por Gustavo Carabajal (La Nación)
En septiembre de 2006, la
productora rural Liliana Ledesma fue asesinada de siete puñaladas por denunciar
la complicidad de algunos integrantes del poder político de Salvador Mazza con
el narcotráfico. Casi 10 años después, la Justicia apresó al presidente del
Concejo Deliberante local y acusó a otro edil por estar involucrados con el
cargamento de 267 kilos de cocaína secuestrado en un camión que tenía la cédula
verde a nombre del ex diputado provincial justicialista al que la mujer
asesinada había denunciado.
La investigación que
comenzó el 16 de febrero pasado con el secuestro de los 267 kilos de cocaína en
un camión Mercedes-Benz en la localidad de Taco Pozo, en Santiago del Estero,
confirmó la existencia de la narcopolítica.
Según fuentes judiciales,
el camión perteneció a Ernesto José Aparicio, un ex diputado provincial del PJ,
fallecido en 2013 y denunciado por la asesinada Ledesma. Hace tres años, el
camión fue adquirido por Rubén Maurín, hermano de Alejandro Maurín, actual
presidente del Consejo Deliberante de Salvador Mazza y detenido anteayer por
efectivos de la Gendarmería.
Mientras tanto, está
prófugo y con pedido de captura internacional el concejal Mauricio Gerónimo. El
fiscal federal de Salta Gerardo Toranzos le pidió a la Interpol que trate de
detenerlo. Tanto Gerónimo como Maurín eran socios políticos del intendente de
Salvador Mazza, Rubén Méndez, y con sublemas formaron parte de una alianza del
Frente para la Victoria, que le permitió ganar las últimas elecciones.
Una semana después de que
el juez federal de Salta Julio Bavio pidió la detención de Gerónimo, el
intendente solicitó una licencia de 15 días. El jefe comunal fue reemplazado
por Ivana Soria, mientras que Maurín se hizo cargo de la presidencia del
Consejo Deliberante.
A pesar de la crisis y
las sospechas sobre sus socios políticos, uno de los colaboradores del
intendente afirmó que Méndez, cuyo nombre no aparece en el expediente a cargo
del juez Bavio, no "tenía la intención de renunciar".
Desde la clandestinidad,
el prófugo concejal Gerónimo envió un escrito a sus colegas del Concejo
Deliberante de Salvador Mazza para advertirles que iniciará "acciones
penales y civiles" en caso de que decidieran dictar alguna medida para
quitarle el cargo al que había accedido por la voluntad popular.
En la misiva, de una
página y media, el edil afirmó que era inocente y que no había ninguna prueba
que lo vinculara con el secuestro del cargamento de 267 kilos de cocaína, del
operativo denominado Febrero Blanco. Además de Gerónimo, hay otro prófugo. Se
trata de un empresario boliviano, dueño del alijo de droga.
Según los indicios
acumulados en el expediente a cargo del fiscal federal Luis Benítez, el
empresario boliviano mandaba la droga en avionetas que arrojaban los paquetes
en un campo de la zona. Hasta allí, según las sospechas de los investigadores,
llegaría Gerónimo, quien se habría encargado de acopiar la droga, mientras que
Maurín y su hermano habrían tenido la misión de transportar la cocaína hasta un
puerto.
La presunta responsabilidad
de Maurín estaría probada a partir de que el camión en el que fue secuestrada
la droga pertenecería al hermano del presidente del Concejo Deliberante. Se lo
habrían comprado al ex diputado Aparicio, pero nunca se hizo la transferencia.
Ahora había sido contratado por una empresa radicada en la ciudad correntina de
Bella Vista.
Rubén Maurín fue detenido
el 16 de este mes en Monte Quemado, cuando circulaba en una camioneta Ford
Ranger, patente OEK 968. Unos kilómetros detrás, en Taco Pozo, fue interceptado
el camión con la carga de droga. Para la Justicia, Maurín habría actuado como
"puntero" para detectar cualquier control de las fuerzas de seguridad
en la ruta.
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