Patricio Gorosito, condenado a 19 años de prisión en el marco de la causa "Carbón blanco"
Por Hernán Lascano (La Capital, Rosario)
El 8 de marzo de 2012 dos hombres fueron
frenados por la policía portuguesa saliendo de un depósito de carbón de las
afueras de Lisboa con 14 kilos de cocaína. Era un fragmento de una partida de
380 kilos de esa droga despachados desde el puerto de Buenos Aires, tras burlar
el control de la aduana de Barranqueras, en la provincia de Chaco, donde se
había preparado el cargamento. Un encargado que coordinaba desde España las
operaciones logísticas de ese contrabando de cocaína estaba en contacto con los
dos hombres cuando todo marchaba bien e iba consignando las novedades hacia
Buenos Aires. Cuando a las 15.09 de ese día alguien le preguntó cómo iba todo
el tono de su voz cambió abruptamente. “Mal, los chicos están enfermos, te
llamo en cinco minutos...”
Esos diálogos son una referencia de los
indicios abrumadores que decidieron la condena a 19 años de prisión a Patricio
Daniel Gorosito, ex fundador del Club Real Arroyo Seco, resuelta hace un mes
por el Tribunal Federal Oral de Resistencia. La evidencia acumulada en su
contra incluye un total de 27 llamados entrantes y salientes de aquel día de
2012 en que estaba previsto desplazar la cocaína del galpón de la capital
portuguesa hacia los lugares de fraccionamiento. El registro horario de las comunicaciones
expone cómo Gorosito reporta al teléfono del responsable de lavar el dinero de
la banda, el abogado Carlos Salvatore: “Los muchachos están bien, no te llamé
antes porque están trabajando ahí, quedaron en hablarme más tarde, yo después
les aviso”. Esa llamada fue a las 14.40 hora española. Hasta allí no había
contratiempos.
Al momento del siguiente contacto, 29
minutos más tarde, los policías ya se habían abalanzado sobre Leonardo Prodan y
Rolando Di Renzo, los dos santafesinos de Pavón Arriba que fueron juzgados y
condenados en Portugal por marcharse del galpón con parte de la cocaína. Ahí
fue que con voz atribulada Gorosito le mencionó a Roberto Pérez Parga —también
sentenciado hace un mes— sobre la “enfermedad” de los chicos.
Fútbol
El segmento dedicado a Gorosito por los
jueces es uno de los más detallados en las 499 páginas en que sustentaron las
condenas. En esos pasajes referidos al constructor del predio del ex Club Real
Arroyo Seco, vendido en 2008
a Rosario Central, se concentra esta nota. El tribunal
advierte que Gorosito alegó inocencia argumentando que estaba en Europa por
temas vinculados con el fútbol y que toda su actividad se relacionaba con eso.
Pero ese argumento fue dinamitado por los jueces Ramón Luis González, Aldo
Alurralde y Eduardo Ariel Belforte en la sentencia.
Para el tribunal Gorosito quiso camuflar su
actividad ilícita amparándose en una actividad legal que le demandaba la
necesidad de viajar al exterior y de manejar mucho dinero. Junto con Salvatore,
el abogado que recibió 21 años de prisión, comandó la estructura organizativa,
ejerciendo su posición con capacidad operativa y un rol trascendental en el
dominio de los hechos ilícitos.
Ocupó un rol jerárquico en la organización,
puesta en marcha, envío y recepción de los cargamentos de carbón vegetal que
contenían cocaína. Intervino activamente en la ejecución material y no sólo en
el control de la estructura que operaba en la Argentina, que incorporaba la
cocaína a bolsas de carbón vegetal en un galpón de Quitilipi, en Chaco. También
era, según la sentencia, la persona a cargo de diagramar las operaciones de
recepción y venta de la droga en el continente europeo, e inyectando dinero en
efectivo que proveía Salvatore.
Esas afirmaciones están sostenidas en
escuchas, documentos, seguimientos y testimonios que exponen actos concretos.
Gorosito es detectado por las policías portuguesa y española tras el hallazgo
azaroso de 12 kilos de cocaína en bolsas de carbón que serían comercializadas.
Mayor
peso
Según esas policías Gorosito era el sujeto,
dentro de una célula criminal, al cual el resto de los miembros de la
organización debían rendir cuentas de su actividad. Se determinó que Prodan y
Di Renzo habían tenido una reunión con él días antes de recibir el cargamento
que motivó la detención de todos. Ellos operaban en los alrededores de Lisboa y
estaban encargados de recibir, descargar y entregar la droga a un tal Alan
Digbi Foster, alias Walter. “En ese marco mantenían un asiduo contacto con
Patricio Daniel Gorosito quien, como una figura de mayor peso, exigía
resultados, impartía directivas y proveía dinero en efectivo para los gastos
operativos”, indican los jueces.
Falso
hijo
A mediados de 2011, seis meses antes del secuestro
de la droga, Gorosito se reunió con un gerente de Cabrica Carvoes Ltda., la
firma portuguesa que importó el carbón en una operación de buena fe. Fue
acompañado con Prodán, a quien presentó como su hijo y que tenía un pasaporte
falsificado a nombre de Fernando Lozano Fernández.
Un socio gerente de Cabrica, Josué
Oliveira, contó que los hombres querían realizar la venta de dos contenedores
de carbón. Uno de ellos era un sujeto al que describió como “gordo, alto, de 55 a 60 años, cabellos grises
y con voz grave, de nacionalidad argentina”, lo que se corresponde con la
apariencia de Gorosito. Dijo también que iba con su hijo, lo que a la vez
coincide con la declaración de Prodan en Portugal, donde confesó que Gorosito
lo presentó como su hijo.
En octubre de 2011 Gorosito regresó y logró
que tres de los cuatro contenedores enviados a Cabrica fueran derivados a los
galpones de Cabanas do Chao, donde se terminó hallando la droga cinco meses
después. Uno tenía cocaína y fue descargado en el parque industrial Ameal en
Torres Vedras. En la descarga debían separar las bolsas con doble costura que
indicaba el lugar de la cocaína. Gorosito le dio a Prodan el número de “Walter”
a quien él debía entregar la cocaína. Eran cerca de 500 kilos, dijo Prodan,
pero Walter le reportó que faltaban 12. El 9 de febrero de 2012 Prodan regresó
a Portugal con el nombre falso de Fernando Lozano. Gorosito lo llamó y le dijo
que se contactara con un tal Adrien.
Papel
Cuando Prodán y Adrién se encontraron al
día siguiente hubo una escena digna de un filme de espionaje. Adrien le mostró
a Prodan un papel que decía “La policía sabe todo. Papá Noel no cumplió” e
inmediatamente se lo tragó. Lo no cumplido se refería a 5 mil euros que
Gorosito debía entregar y faltaban.
Prodan entonces llamó a Gorosito y le contó
todo. Minutos después Salvatore llamó a Prodan y le dijo que buscara un auto
que estaba a su nombre y que había dejado en el parque industrial de Torres
Vedras para descartar problemas. Gorosito inmediatamente lo llamó, le pidió que
se desprendiera de ese auto y adquiriera otro. En Barcelona luego se reunieron
Prodan y Di Renzo con Gorosito, quien les dio la indicación para alquilar casa
y galpón y esperar la llegada de un contenedor de lo que serían informados por
alguien de Cabrica. El 7 de marzo de 2012 llegó el contenedor. La descarga se
hizo al día siguiente y fueron detenidos Prodan y Di Renzo. La cocaína iba a
ser entregada a Walter.
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