El dictado de rostro del sospechoso
Por Gabriel Di Nicola (La Nación)
Luisa Feijoo García tiene 39 años. Es una
ciudadana española que llegó a la Argentina hace dos semanas. Pero no vino a
pasear. Fue enviada por una banda narco como "mula" para llevar droga
ingerida en su cuerpo hacia el país ibérico.
Pero la mujer se arrepintió de lo que
estaba por hacer y, cuando ya había tragado 18 cápsulas de cocaína, se presentó
en una comisaría de la Policía Federal para contar el plan criminal.
En las últimas horas,
Feijoo García fue sobreseída por el juez en lo penal económico Marcelo
Aguinsky, a cargo de la causa, y fue llamada como testigo, para que declare
bajo juramento de decir la verdad.
Así lo informaron a LA
NACION calificadas fuentes judiciales, que explicaron que la "mula"
arrepentida aportó detalles para que los investigadores pudieran elaborar un
dictado de rostro de la persona que le habría entregado la cocaína.
Ante el juez Aguinsky, la
ciudadana española explicó que no tenía ni oficio ni profesión, perfil buscado
por las organizaciones narcocriminales para tentar a las potenciales
"mulas". Les hacen una oferta económica que es difícil de rechazar
para personas que viven una situación de vulnerabilidad.
La causa comenzó el
sábado pasado, después de que Feijoo García se presentó en la comisaría 4» de
la Policía Federal, en Monserrat. Ante el jefe de servicio de esa seccional,
dijo que había ingerido 18 cápsulas de cocaína y que tenía un pasaje para
viajar a España ese mismo día. También contó que en la habitación del hotel
donde la habían alojado había más droga.
El personal de la
comisaría 4» se comunicó con el juez Aguinsky, que estaba de turno, que dispuso
el traslado de Feijoo García al hospital Argerich para que pudiera, asistida
por profesionales de la salud, evacuar las cápsulas ingeridas. También se dio
intervención a la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Tenía menos de tres euros
Los detectives
policiales, por orden del juez Aguinsky, allanaron la habitación 9 del hotel
Los Robles, situado en Estados Unidos 827, en Constitución. Como había dicho la
"mula", en la habitación había más droga: otras 15 cápsulas. También
secuestraron dos teléfonos celulares, una valija y sólo 2,93 euros.
Feijoo García llegó a la
Argentina procedente de Italia en un vuelo de Alitalia, agregaron las fuentes
consultadas. Según la documentación secuestrada, el pasaporte de la
"mula" arrepentida fue expedido por las autoridades del Reino de
España el 15 de septiembre pasado, es decir, nueve días antes de su llegada al
país. Una vez que su estado de salud se lo permitió, la ciudadana española fue
trasladada al despacho del juez Aguinsky, en el segundo piso de los tribunales
de la avenida de los Inmigrantes 1950, en Retiro, pero se negó a declarar.
Entonces, el juez de la
causa tomó dos medidas: como la ciudadana española se arrepintió de consumar el
hecho del contrabando la sobreseyó en la causa y le tomó declaración como
testigo bajo juramento de decir la verdad.
La segunda resolución fue
ponerla bajo custodia para evitar una represalia de la organización
narcocriminal, pero la tarea se la encargó a otra fuerza federal de seguridad y
no a la Policía Federal, pues difundió los citados hechos sin su autorización,
según informaron fuentes judiciales.
El sábado pasado, cuando
le avisaron de que se había presentado Feijoo García, el juez Aguinsky tuvo la
expectativa de que la ciudadana española no se hubiera decidido sola a no
viajar con la droga, sino también de que se acogiera a la figura legal del
arrepentido y aportara datos de importancia para poder dar con los eslabones
superiores de la organización, como le sucedió, en diciembre de 2009, cuando la
Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo a una joven que llevaba en su
equipaje 55 kilogramos
de cocaína.
En esa oportunidad, la
"mula" se acogió a la figura legal del arrepentido y le permitió al
juez Aguinsky detener a casi todos los integrantes de la organización, entre
ellos una modelo colombiana, que terminaron condenados en un juicio oral y
público.
La española Luisa Feijoo
García, de 39 años, la "mula" arrepentida de llevar droga a Europa,
comenzó a aportar detalles de la operación a los investigadores, que ya confeccionaron
el "dictado de rostro" del hombre que le proveyó la cocaína en
cápsulas que debía ingerir. La mujer no tomó toda la droga pactada: en el hotel
de Constitución, en donde estaba alojada, les informó a los investigadores que
en su habitación había otras 15 cápsulas con cocaína.
No hay comentarios:
Publicar un comentario