El narcotraficante César Morán de la Cruz, en su celda del penal de Villa Devoto
Por Leonardo De Corso (Clarín)
El día en que fue detenido el sanguinario César Morán de la Cruz, alias “El Loco”, muchos pensaron que las matanzas narco dentro de la villa de Retiro se habían terminado. Pero se equivocaron. Porque desde el penal de Devoto sigue manejando el negocio de las drogas.
Su hombre de confianza en la villa era “Piedrita”, quien cumpliendo sus órdenes siguió atemorizando vecinos y matando a todo aquel que se metiera con su negocio.
Morán de la Cruz tiene 39 años y hoy está en el módulo 5 del penal de Devoto junto a otros 90 presos de distintas nacionalidades que tienen mala conducta. Allí armó su propio ejército de 27 detenidos peruanos que lo protegen, le cocinan y hasta le lavan la ropa. Por su fidelidad y peligrosidad fue que los apodaron “Los Espartanos”, como los guerreros de la antigua Grecia.
Los principales enemigos de “El Loco” dentro de la villa 31 bis pertenecen a otra banda narco, conocida como “Los Sanpedrinos” (el nombre proviene del hecho de que todos sus integrantes son oriundos del departamento de San Pedro, Paraguay). Su guerra es por el dominio del territorio.
“Los Sanpedrinos” son traficantes de marihuana. En abril, sicarios que trabajarían para Morán de la Cruz asesinaron de seis balazos a uno de sus jefes, Máximo Chávez Fernándes (50), de nacionalidad paraguaya. Apodado “El Chipero”, vivía en una casa de dos pisos y frente pintado de azul, en la manzana 102, a 50 metros de la autopista Illia.
“Fernández tenía entre 6 y 8 lugartenientes. Era capo en su zona. Nosotros lo estábamos investigando por narcotráfico”, explicó a Clarín un alto jefe policial.
El principal líder de “Los Sanpedrinos” se encuentra detenido y actualmente la banda está a cargo de un hombre llamado Osvaldo, que es familiar de “El Chipero”.
Según contaron a Clarín vecinos del barrio, “Los Sanpedrinos” habrían presionado a Morán de La Cruz en la cárcel para que entregara a “Piedrita”, ya que sabían que la Policía Federal los estaba investigando a ellos por los cuatro crímenes que cometió el sicario. “Pero ‘El Loco’ no entrega a su gente. Por eso todos lo respetan”, resaltaron.
En el asentamiento de Retiro hay unos 15 ó 20 sicarios de entre 17 y 30 años que siguen trabajando para Morán de la Cruz, a los que llaman “perros”. Además, desde la cárcel “El Loco” envía dinero para distintos festejos y para algunos comedores comunitarios.
“El 28 de julio pasado, el Día de la Independencia peruana, se tirotearon dos mujeres que fueron pareja de Morán de la Cruz. El problema era que una le echaba la culpa a la otra de haberse quedado con plata que había enviado ‘El Loco’ para los festejos”, contó a Clarín un vecino de la villa.
La gente del barrio asegura que “El Loco” mató a más de 10 personas con sus propias manos y siempre a cara descubierta. Cuando la Justicia empezó a buscarlo se refugió en una quinta que se compró en La Reja (Moreno). Finalmente, el 28 de febrero de 2012 cayó. Llegó a juicio acusado de un intento de homicidio y de otros 3 crímenes, pero sólo le comprobaron uno.
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