6 de junio de 2015

Esconden droga en harina de pescado

Hay preocupación por las maniobras narcos
Por Fernando Vázquez (Crónica)
Bandas de narcotraficantes que actúan en la Argentina habrían comenzado a utilizar harina de pescado, para de esa manera enviar cargamentos de cocaína desde los diferentes puertos de nuestro territorio.
Este procedimiento delictivo se ha extendido rápidamente en los últimos meses en distintas regiones de Sudamérica y, por la citada razón, no es de extrañar que narcos que se manejan desde las diversas terminales portuarias de nuestro país hayan comenzado a imitar la maniobra, destinada a evadir los controles de las autoridades.
Dicha situación fue señalada por Claudio Izaguirre, quien es titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA). “Habría que ver cuánto saben del tema los miembros de los servicios de inteligencia, los funcionarios aduaneros y de la Prefectura Naval Argentina, que se encargan de la vigilancia de nuestros puertos”, agregó Izaguirre.
La mencionada sustancia es obtenida mediante la eliminación del agua y el aceite de los pescados. Los empresarios agrícolas la utilizan como ingrediente de alimentos de aves ponedoras, cerdos y tanto para el ganado ovino como vacuno. El olor emanado por la harina de pescado origina que a los perros empleados por las unidades antinarcóticos les resulte a veces complicado detectar los cargamentos de clorhidrato de cocaína.
Antecedente
En la Argentina existe al menos un antecedente en la materia: entre diciembre de 2006 y en enero de 2007, se incautaron 244 kilogramos de cocaína, tras un procedimiento realizado en la localidad bonaerense de Plátanos, en el partido de Berazategui.
Tal como se publicó en aquel momento, la peligrosa banda era liderada en la Argentina por un individuo colombiano nacionalizado norteamericano (que alquilaba un lujoso piso en la zona porteña de Puerto Madero) y un ciudadano peruano. Los hampones manejaban una empresa dedicada a la exportación de sábalos y, curiosamente, también de harina de pescado, la cual usaban como pantalla, para llevar cargamentos de cocaína. La sustancia era importada a la Argentina desde Colombia para luego enviarla a los Estados Unidos y a Europa. La gavilla se encontraba ligada a los carteles mexicanos de Guadalajara y Tijuana, que financiaban sus operaciones ilegales. Esta modalidad para exportar droga se inició en la década de 1970, pero actualmente es utilizada con mayor frecuencia por los malvivientes. Por ejemplo, esta semana, la Policía Nacional de Ecuador logró incautar más de 7 toneladas de cocaína que habían sido camufladas con harina de pescado. La droga que fue hallada por los funcionarios tenía como destino la ciudad de Manzanillo, en México. A su vez, los grupos antidrogas de Italia lograron identificar al menos 5 rutas internacionales para el tráfico de drogas desde las regiones latinomericanas, una de las cuales siempre utiliza los puertos de la Argentina y Brasil, para despachar cocaína hacia Europa.
La ruta latinoamericana, narraron los funcionarios italianos, nace en zonas de Colombia, Perú y Bolivia, y después utiliza los puertos argentinos y brasileños para llevar cocaína hacia el mercado europeo. “De los delitos trasnacionales, el tráfico de drogas resulta ser actualmente el más atractivo para las bandas organizadas del mundo, porque ofrece ganancias anuales que superan los 300.000 millones de dólares”, opina la periodista mexicana Cecilia González.

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