21 de abril de 2016

Un ex comisario procesado acusó a sus ex jefes y pide ser querellante

Ana Viglioni será acusada por Pereyra por haber brindado falso testimonio

Por María Laura Cicerchia (La Capital, Rosario)

El comisario inspector Gustavo "Gula" Pereyra, procesado por aportar información a la banda de Los Monos, pasará de acusado a acusador. Hoy, en el marco de una audiencia oral, pedirá ser querellante contra quienes fueron sus superiores en la disuelta Secretaría de Delitos Complejos, Ana Viglione y Andrés Ferrato, en una causa por presunto falso testimonio. El policía les reprocha a sus ex jefes haber brindado datos falsos para descargar responsabilidades sobre él cuando la Justicia los convocó a declarar en la causa por asociación ilícita contra la banda de Las Flores.

Los abogados de Pereyra reclaman desde el año pasado que se cite a declarar a la ex secretaria de Delitos Complejos de la provincia, la abogada y policía Ana Viglione; y a su segundo, Andrés Ferrato, para que aclaren "ciertas contradicciones" entre sus dichos y los de otros empleados. Es que los jefes habían negado participar de investigaciones sobre narcotráfico, pero sus subordinados declararon que sí les asignaban pesquisas de esa índole.

Causa abierta

En ese marco, en 2014 el entonces juez de Instrucción Juan Carlos Vienna abrió la causa 48/14 por presunto falso testimonio, a la que nunca fueron citados a declarar Viglione y Ferrato. Con el cambio del sistema penal quedó al frente de ese expediente la jueza Alejandra Rodenas pero un mes atrás la magistrada dispuso remitirlo al nuevo sistema penal. Argumentó que todo hecho denunciado con posterioridad a la reforma procesal de febrero de 2014 debe investigarse en ese ámbito.

El asunto recayó en el fiscal de Investigación y Juicio Aníbal Vescovo, el mismo que en febrero de 2015 desestimó una denuncia por extorsión presentada contra Vienna por el comisario Sergio Blanche, otro de los procesados por colaborar con Los Monos. Como primera medida, reclamó copias de la causa madre por asociación ilícita y de la documental incautada.

Concretado el traspaso, Pereyra pidió ser querellante para impulsar la causa. Lo representan los mismos abogados que lo defienden en el proceso penal, Sergio Larrubia y Alberto Tortajada. Con ese fin se convocó a una audiencia hoy a las 8.30. Los querellados fueron notificados en sus domicilios y no están obligados a concurrir, aunque sí deberán designar abogados si desean oponerse a que el ex comisario sea querellante. La decisión de admitir o no a Gula en el proceso estará en manos de la jueza Mónica Lamperti.

Primera medida

Los ex funcionarios de la ex Secretaría de Delitos Complejos no están formalmente imputados. Si Pereyra es reconocido como querellante, "como primera medida se pedirá que (sus ex jefes) sean citados a declarar. Tienen mucha información que no han brindado", dijo Larrubia a La Capital.

Pereyra está procesado y en libertad desde noviembre a la espera del juicio. En ese marco Larrubia adelantó que reclamará en esa instancia que los ex jefes de Gula presten su testimonio y refirió que "hay más prueba para presentar".

El ex oficial de Delitos Complejos había sido procesado en septiembre por la jueza Alejandra Rodenas, por poner información secreta a disposición del clan Cantero, una banda de la cual al menos 11 miembros ya aceptaron en un juicio abreviado condenas que rondan los 3 años.

En ese marco, la semana pasada los jueces José Luis Mascali, Edgardo Fertitta y Julio Kesuani decomisaron inmuebles, licencias de taxis y vehículos de la banda. Mientras una decena de integrantes de fuerzas de seguridad tramita un juicio escrito y otros nueve acusados (Gula entre ellos) esperan que se defina la modalidad del mismo.

Gula fue procesado un año y medio después que los más de 30 acusados de la causa. Es que primero fue sobreseído y tras una revisión del camarista Daniel Acosta, quien dio a entender que había pruebas contra el comisario, se revirtió la medida. Lo comprometen contactos telefónicos entre el prófugo Ramón "Monchi" Machuca y Juan "Chavo" Maciel, un sargento que respondía directamente a Gula. Fue captado en escuchas aportando una "abrumadora" cantidad de datos a la banda. Hizo investigaciones a miembros del clan que negó pero luego aceptó tras la evidencia hallada.

Es que en su computadora se hallaron 17 mails en los que informó a sus superiores sobre búnkers de drogas, fotos de quienes los manejaban e información sobre bandas. Eso, para la acusación, demuestra que puso información secreta al servicio de la banda "como jefe de Maciel, quien a la vez era la mano policial en el accionar" de Los Monos. Para sus abogados, prueba que sí intervenía en pesquisas sobre drogas por orden de sus superiores. Además de a sus jefes, los profesionales pretenden que se cite a declarar a otros integrantes del área para que expongan sobre cómo funcionaba.

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