El casete número 6 registra una llamada clave de la causa. Está roto
Por Sergio M. Naymark (La Capital, Rosario)
Los abogados del
sindicado narcotraficante Carlos Andrés Ascaíni y del ex jefe de policía de la
provincia, Hugo Damián Tognoli, procesados como integrantes de una “empresa
criminal conjunta” dedicada a comercializar estupefacientes, denunciaron “una
nueva irregularidad” en el marco de la investigación previa a la realización
del juicio oral y público que se realizará en los Tribunales Federales antes de
fin de año. Cuando requirieron los elementos secuestrados en el marco del
expediente para analizarlos e incorporarlos a sus pruebas, se enteraron que un
casete “fundamental” en el marco de la pesquisa, había sido roto mientras
estuvo en la Fiscalía.
El juicio oral a
realizarse en bulevar Oroño al 900 estará a cargo del Tribunal Oral Federal 2
integrado por Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas
Echagüe, y pondrá sobre el tapete cuatro causas acumuladas. Una es la que tiene
como principal imputado a Mauro Andrés Miguenz, como integrante de una banda
que comercializaba estupefacientes en el sur provincial; otra es la que tiene
al ex jefe policial como jefe de una empresa criminal conjunta de la que
también participaban Ascaíni, el comisario Néstor Juan Fernández y el cabo
Carlos Alfredo Quintana; una tercera se deriva de la detención de Ascaíni en un
cruce de rutas del sur santafesino cuando llevaba un arma de fuego y un kilo de
cocaína que luego se comprobó era azúcar con sólo un 4% de droga; y la que
tiene como principal implicado a Aldo “Totola” Orozco como líder de una
organización de vendedores de drogas y que fue detenido en un megaoperativo
realizado en varias localidades junto a 23 dealers.
Esas causas fueron
elevadas a juicio en noviembre pasado por el juez federal Marcelo Bailaque y
actualmente se encuentran en lo que se denomina período de pruebas, momento en
el cual tanto la Fiscalía a cargo de Adriana Saccone como los abogados, pueden
solicitar los materiales secuetrados para evaluarlos y preparar así sus
alegatos.
Llamada cortada
Así fue que a mediados de
marzo pasado los defensores de Ascaíni solicitaron, entre otras pruebas, el
casete número 6 de la causa Miguenz en el cual está registrada la supuesta
llamada que su cliente hizo a la comisaría de Villa Cañás para solicitarle al
cabo Quintana, quien estaba de turno, le averigüe a quien correspondían los dos
vehículos que lo estaban siguiendo y que luego se determinó eran de la Policía
de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Pero como respuesta
recibieron un escrito en el cual textualmente se dice que “en fecha 21.03.2016
personal de la Fiscalía devolvió el casete de audio Nº 6 que fuere retirado
oportunamente, el que se devolvió roto”. Y en el mismo documento se oficia para
que “se solicite a la Corte Suprema de Justicia de la Nación si existe una lista
de profesionales que se encuentren en condiciones de reparar la cinta de casete
dañada”.
Todo mal
Ante semejante
irregularidad los defensores de Ascaíni, Paul Krupnik y José Nanni,
manifestaron que “ésto es una nueva irregularidad en una causa plagada de
ellas. Ya en el acta de procedimiento realizada el 8 de mayo de 2012 cuando el
comisario Druetta apresa a Ascaíni en un cruce de rutas y manifiesta que del
interior del auto emanaba un fuerte olor a cocaína cuando después todos los
análisis determinaron que sólo había droga en un 4% porque el resto era azúcar;
y que portaba un arma de fuego, causa por la cual la Cámara de Venado Tuerto en
marzo de 2015 lo absuelve de culpa y cargo argumentando que el procedimiento en
el cual la misma es secuestrada «es poco creíble»”.
Ante esto, los defensores
de Ascaíni aseguraron que “el casete no tiene otro respaldo que su desgrabación
escrita, pero que no alcanza como prueba para el debate por más que se
incorpore como lectura porque eso es la mediatización de la prueba y no la
prueba misma”.
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