17 de febrero de 2017

Salta: llamó al 911 y entregó a su hijo con 17 kg de cocaína

Los elementos secuestrados por la Policía en la habitación del jóven denunciado por su padre

Una historia de extrema firmeza humana escribió ayer un joven padre residente en un humilde barrio de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, quien después de intentar por todos los medios de sacar a su hijo de las malas juntas y de los negocios ilícitos, y quizá salvarle la vida, optó directamente por cortar por lo sano: lo entregó a la Justicia.

Según fuentes fidedignas cercanas a los protagonistas de los hechos, cuyos nombres solicitaron guardarlos por respeto a su decisión, el padre del dealer ahora detenido tuvo una violenta discusión con su vástago a quien le intimó deponer la actitud y abandonar sus actividades, recibiendo como respuesta un “no te metás” que lo dejó perplejo.

El papá, según la fuente, pensó unos minutos y luego decidió poner fin al asunto de la manera más drástica y quizá dolorosa para sí.

Mientras el joven huía de la furia paterna, el padre llamó al 911 y les explicó a los policías cómo era el modo de vida de su joven hijo y qué es lo que él sospechaba del mismo: sus amistades, su cambio de conducta, los autos que lo buscaban y el mundo que rodea la venta y tráfico de drogas, actividad que el hombre mayor suponía que realizaba su hijo.

Con estos datos una patrulla de la policía concurrió al lugar señalado, el barrio Aeroparque de la ciudad de Orán.

Allí los policías fueron informados del asunto y minutos después, informada la fiscalía en turno de la denuncia formalizada en contra del muchacho, ordenó su captura.

Es así que ayer a las 6.30 el joven fue localizado en las cercanías y detenido de inmediato a expresa solicitud de su propio padre.

Pero el hombre no se quedó allí, no solo denunció sus actividades o vínculos con el narcotráfico sino que les advirtió que su hijo escondía “algo” en su habitación que él consideraba no solo peligroso para su hijo, sino para todo la familia.

Así es que antes que llegara la orden de allanamiento contra su propiedad permitió que la policía ingresara por la fuerza al dormitorio del joven sindicado como dealer y las sospechas se transformaron en certezas.

La habitación estaba completamente en orden y sobre una mesa se halló una balanza de precisión, armas de fuego, proyectiles, dinero en efectivo y 17 kilos de cocaína de máxima pureza.

La droga estaba acondicionada en una bolsa de grandes dimensiones que a la vez en su interior tenía otros envoltorios más livianos.

La sustancia almacenada allí podría haberse convertido en unas 20.000 dosis de cocaína.

Con la corroboración de lo denunciado, la Fiscalía Federal actuante ordenó la detención por infracción a la ley de estupefacientes y el secuestro de los elementos de prueba hallados en la habitación del joven y fijó audiencia indagatoria y probablemente de imputación para la mañana de hoy.

Poco después personal de Drogas Peligrosas realizó el test de campo que dio positivo para cocaína e informó que el pesaje de la sustancia hallada fue de 18,980 kilogramos, lo suficiente como para fabricar 20.000 dosis.

Mucha plata en una bolsa de plástico

El hallazgo y la detención del joven ligado a una banda de traficantes y dealer puso al descubierto que el negocio llegó a penetrar en todos los estamentos sociales.

Aunque hay varias hipótesis no se determinó el origen de la droga secuestrada. Se sabe que no la ingresó el muchacho detenido denunciado por su padre sino que él la escondía o fraccionaba.

En pesos y convertida en dosis lo secuestrado podría haberse transformado en uno o dos millones de pesos o más tal vez si ingresaba a otros mercados.

La verdad sobre el asunto lo hará conocer seguramente el detenido, quien declarará hoy en la mañana en la sede del Juzgado Federal de Orán.

Trascendió que todo se desarrolló normalmente, que no hubo resistencia cuando el sujeto fue demorado y que lo relatado por el padre a los oficiales y agentes del 911 fue corroborado casi de inmediato.

Se supo además que el padre del muchacho ya había advertido movimientos raros en su casa y sobre todo en el dormitorio del joven, quien en poco tiempo se había relacionado con gente del ambiente y había cambiado su estándar de vida.

Para un policía, la actitud del padre fue el golpe más duro que recibió el narcotráfico en Orán en los últimos tiempos.

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