El predio del complejo Mandarine Park, en Costanera Norte
Por Gabriel Di Nicola (La Nación)
Europa y en los Estados
Unidos apareció en 2010 y ya hay reportes de muertes por su consumo,
especialmente en raves. En la Argentina ingresó en la lista de sustancias
prohibidas en 2015, después de que sospechosos de comercializar estupefacientes
no pudieron ser imputados en varias causas judiciales porque, al ser detenidos,
la composición de las dosis que tenían en su poder no eran ilegales. Se trata
de la 25B NBOMe, conocida en el mercado clandestino como "La bomba".
Dosis de esa sustancia,
una droga psicodélica como el ácido lisérgico, pero que, a diferencia del LSD,
puede ser letal -en especial, combinada con otras drogas sintéticas o con
alcohol- estaban en manos de personas que se disponían a asistir, este fin de
semana, a la primer rave en diez meses en la Capital, luego de la prohibición
impuesta tras la tragedia de Time Warp, en la que cinco jóvenes murieron por
policonsumo en abril pasado, en Costa Salguero.
El Ministerio de Justicia
y Seguridad porteño informó que el sábado a la madrugada, en el complejo
Mandarine Park, en la Costanera Norte, fueron secuestradas 11 dosis de La
Bomba. Primero, a un médico y a un enfermero provenientes de la ciudad
bonaerense de San Nicolás, les incautaron 10 dosis, además de otras drogas. La
restante se la confiscaron a cuatro estudiantes, que también cargaban otras
sustancias. Los seis recuperaron la libertad pocas horas después, luego de que
se comprobara que no pesaba sobre ellos impedimentos judiciales, y al no poder
probarse que la droga que llevaban era para comercializarla. "Por el
contexto de su hallazgo y por la cantidad de dosis, en principio, todo indica
que la droga secuestrada era para consumo personal. Los detenidos no estaban
comercializándola y recuperaron la libertad", dijeron a LA NACION fuentes
judiciales. La causa la tiene el juez federal Ariel Lijo, que hasta anoche no había
recibido aún los resultados de laboratorio que confirmaran que parte de la
droga secuestrada era "La bomba".
Los estupefacientes
fueron secuestrados por detectives de la División Narcocriminalidad de la
Policía de la Ciudad que hacían un control en las inmediaciones de Mandarine
Park. Dentro de la fiesta, que tuvo como número central al DJ Dash Berlin, la
seguridad y los cacheos preventivos corrían por cuenta de la Prefectura.
En la Capital no se
hacían fiestas electrónicas desde abril, cuando cinco jóvenes que habían ido a
la rave Time Warp, murieron por policonsumo de drogas y otras cinco pasaron
semanas internadas.
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