19 de febrero de 2017

Buenos Aires: investigan a una red de menores "mulas" que opera a cambio de celulares y tragos

Las adolescentes asesinadas en Florencio Varela junto a Luis Wieman, uno de los acusados por los crímenes

Por Gustavo Carabajal (La Nación)

La masacre en Florencio Varela puso al descubierto un método utilizado por los narcos para transportar droga a los boliches. Captan a chicas en situación de vulnerabilidad en fiestas que hacen en quintas o en las previas en casas para ser usadas como "mulas" para llevar la droga a los locales nocturnos. La mayoría de esas chicas son menores. En la jerga policial a estas jóvenes les dicen "monederos" o "mulas", porque llevan poca droga al dealer del boliche.

No es casual que los traficantes elijan a adolescentes para movilizar la droga. Se debe a que los policías no las llevan presas porque saben que no pasan mucho tiempo detenidas debido a que son menores.

Les ofrecen regalos, pagarles el teléfono, a veces dinero y la posibilidad de entrar gratis al boliche y tragos libres. El padre de Sabrina Barrientos, una de los dos adolescentes asesinadas hace ocho días, denunció que a su hija la habían detenido el 28 de agosto pasado con una importante cantidad de dinero.

Cuatro días antes de la masacre, Sabrina volvió a la comisaría 3ra. de Florencio Varela y se sacó una selfie, en ese caso no hubo registro de que le hubieran secuestrado dinero. El 8 de febrero pasado, Sabrina publicó en una de las cuentas que tenía en una red social una selfie en la que expresaba "ayer en la comisaría 3ra.".

"A las chicas las usaban para entrar drogas en los boliches. A cambio les daban plata, tragos y regalos. Acá hay mucha gente involucrada. Esto lo saben los vecinos. Mataron a mi hija y no voy a parar hasta que vayan todos presos. Pero hay mucha gente que sabe todo lo que hacían con las chicas, aunque no quieren declarar porque tienen miedo y entonces me lo cuentan a mí", expresó Ismael, el padre de Sabrina Barrientos.

Ayer, LA NACIÓN intentó comunicarse con Ismael para ampliar la denuncia, pero no atendió el teléfono. Una hermana de Magalí, una de las dos sobrevivientes, manifestó públicamente: " A mi hermana le dispararon porque quiso salir de algo". Anteayer, Magalí fue dada de alta y regresó a su casa. Ella y su familia tienen custodia policial.

No obstante, la versión del padre de Sabrina sobre la pista narco y el hecho de que existen dealers que captan a menores para llevar droga a los boliches de la zona fue corroborada por dos fuentes independientes que, por miedo, solicitaron mantener sus nombres en reserva.

Luis Esteban Weiman el primer sospechoso detenido por su presunta responsabilidad en el doble homicidio, conoce a tres de las chicas y habría realizado amenazas telefónicas. Ismael, el padre de Sabrina sugirió que las hacía entrar gratis a los boliches, pero, todavía, no hay pruebas que lo vinculen directamente con la masacre.

Se espera que en las próximas horas, las fiscales Mariana Dongiovani y Mariela López le tomen declaración testimonial a la adolescente con el objetivo de determinar si puede identificar al hombre que les disparó 18 balazos mientras esperaba, con su amigas, Denise, Sabrina y Némesis, el colectivo en Los Andes y Senzabello.

En una semana, el distrito gobernado desde hace más de dos décadas por Julio Pereyra, quien se impuso en las últimas elecciones dentro del Frente para Victoria, fue escenario de dos marchas en la que familiares y amigos de las víctimas reclamaron por el esclarecimiento del doble homicidio.

"Entiendo al padre de Sabrina, puede ser que haya hablado desde el dolor. Su denuncia sobre la posibilidad de que hubiera menores usadas como mulas para llevar drogas nos tomó por sorpresa. Sabíamos que se hacían fiestas clandestinas en quintas. Así fue que hemos impedido varias de esas fiestas", expresó Andrés Watson, secretario de Gobierno de Florencio Varela.

"Con respecto a la cuestión del narcotráfico, el intendente firmó varias denuncias que los vecinos le acercaron en forma anónima sobre lugares en los que se vende droga. Nos veíamos venir un avance de aquellos que trafican droga y solicitamos al Ministerio de Seguridad bonaerense que se instale la División específica, pero no tuvimos respuestas. El combate contra la droga y que no haya menores en los boliches es responsabilidad de la policía no del municipio", agregó el funcionario. No obstante, el boliche al que habían concurrido las menores la madrugada que las mataron fue clausurado 48 horas después de la masacre.

Policías que no escucharon los 18 disparos

Primer detenido

Luis Esteban Weiman, 36 años, aparecía en varias fotos con las dos de las víctimas fatales y una de las heridas. No pudieron probar su presencia en la escena de la masacre.

La sombra policial

Minutos antes de la masacre las cuatro chicas pasaron frente a la comisaría 3a. de Florencio Varela. Les dispararon a 50 metros de una dependencia policial y 150 metros de la Jefatura Distrital. A pesar que hubo 18 disparos ninguno de los policías se acercó al lugar.

Ataque sospechoso

Horas después de la masacre fue atacada la parrilla en la que trabaja uno de los sospechosos, identificado como Adrián. El dueño fue llevado a su casa y sometido a una golpiza. El local está en el camino que tomaron las víctimas.

Cámaras que no vigilan

Cuando dispararon contra Denise, Sabrina, Magalí y Némesis, la cámara situada en un domo, arriba de la capilla, a pocos metros de Los Andes y Senzabello, no grabó el momento del ataque porque no tenía el zoom activado. Tampoco se pudo observar el rostro del agresor.

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