Las adolescentes asesinadas en Florencio Varela junto a Luis Wieman, uno de los acusados por los crímenes
Por Gustavo Carabajal (La Nación)
La masacre en Florencio Varela puso al
descubierto un método utilizado por los narcos para transportar droga a los
boliches. Captan a chicas en situación de vulnerabilidad en fiestas que hacen
en quintas o en las previas en casas para ser usadas como "mulas"
para llevar la droga a los locales nocturnos. La mayoría de esas chicas son
menores. En la jerga policial a estas jóvenes les dicen "monederos" o
"mulas", porque llevan poca droga al dealer del boliche.
No es casual que los traficantes elijan a
adolescentes para movilizar la droga. Se debe a que los policías no las llevan
presas porque saben que no pasan mucho tiempo detenidas debido a que son
menores.
Les ofrecen regalos, pagarles el teléfono,
a veces dinero y la posibilidad de entrar gratis al boliche y tragos libres. El
padre de Sabrina Barrientos, una de los dos adolescentes asesinadas hace ocho
días, denunció que a su hija la habían detenido el 28 de agosto pasado con una
importante cantidad de dinero.
Cuatro días antes de la masacre, Sabrina
volvió a la comisaría 3ra. de Florencio Varela y se sacó una selfie, en ese
caso no hubo registro de que le hubieran secuestrado dinero. El 8 de febrero
pasado, Sabrina publicó en una de las cuentas que tenía en una red social una
selfie en la que expresaba "ayer en la comisaría 3ra.".
"A las chicas las usaban para entrar
drogas en los boliches. A cambio les daban plata, tragos y regalos. Acá hay
mucha gente involucrada. Esto lo saben los vecinos. Mataron a mi hija y no voy
a parar hasta que vayan todos presos. Pero hay mucha gente que sabe todo lo que
hacían con las chicas, aunque no quieren declarar porque tienen miedo y
entonces me lo cuentan a mí", expresó Ismael, el padre de Sabrina
Barrientos.
Ayer, LA NACIÓN intentó comunicarse con
Ismael para ampliar la denuncia, pero no atendió el teléfono. Una hermana de
Magalí, una de las dos sobrevivientes, manifestó públicamente: " A mi
hermana le dispararon porque quiso salir de algo". Anteayer, Magalí fue
dada de alta y regresó a su casa. Ella y su familia tienen custodia policial.
No obstante, la versión del padre de
Sabrina sobre la pista narco y el hecho de que existen dealers que captan a
menores para llevar droga a los boliches de la zona fue corroborada por dos
fuentes independientes que, por miedo, solicitaron mantener sus nombres en reserva.
Luis Esteban Weiman el primer sospechoso
detenido por su presunta responsabilidad en el doble homicidio, conoce a tres
de las chicas y habría realizado amenazas telefónicas. Ismael, el padre de
Sabrina sugirió que las hacía entrar gratis a los boliches, pero, todavía, no
hay pruebas que lo vinculen directamente con la masacre.
Se espera que en las próximas horas, las
fiscales Mariana Dongiovani y Mariela López le tomen declaración testimonial a
la adolescente con el objetivo de determinar si puede identificar al hombre que
les disparó 18 balazos mientras esperaba, con su amigas, Denise, Sabrina y
Némesis, el colectivo en Los Andes y Senzabello.
En una semana, el distrito gobernado desde
hace más de dos décadas por Julio Pereyra, quien se impuso en las últimas
elecciones dentro del Frente para Victoria, fue escenario de dos marchas en la
que familiares y amigos de las víctimas reclamaron por el esclarecimiento del
doble homicidio.
"Entiendo al padre de Sabrina, puede
ser que haya hablado desde el dolor. Su denuncia sobre la posibilidad de que
hubiera menores usadas como mulas para llevar drogas nos tomó por sorpresa.
Sabíamos que se hacían fiestas clandestinas en quintas. Así fue que hemos
impedido varias de esas fiestas", expresó Andrés Watson, secretario de
Gobierno de Florencio Varela.
"Con respecto a la cuestión del
narcotráfico, el intendente firmó varias denuncias que los vecinos le acercaron
en forma anónima sobre lugares en los que se vende droga. Nos veíamos venir un
avance de aquellos que trafican droga y solicitamos al Ministerio de Seguridad
bonaerense que se instale la División específica, pero no tuvimos respuestas.
El combate contra la droga y que no haya menores en los boliches es
responsabilidad de la policía no del municipio", agregó el funcionario. No
obstante, el boliche al que habían concurrido las menores la madrugada que las
mataron fue clausurado 48 horas después de la masacre.
Policías
que no escucharon los 18 disparos
Primer
detenido
Luis Esteban Weiman, 36 años, aparecía en
varias fotos con las dos de las víctimas fatales y una de las heridas. No
pudieron probar su presencia en la escena de la masacre.
La
sombra policial
Minutos antes de la masacre las cuatro
chicas pasaron frente a la comisaría 3a. de Florencio Varela. Les dispararon a 50 metros de una
dependencia policial y 150
metros de la Jefatura Distrital. A pesar que hubo 18
disparos ninguno de los policías se acercó al lugar.
Ataque
sospechoso
Horas después de la masacre fue atacada la
parrilla en la que trabaja uno de los sospechosos, identificado como Adrián. El
dueño fue llevado a su casa y sometido a una golpiza. El local está en el
camino que tomaron las víctimas.
Cámaras
que no vigilan
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