El Hospital de Emergencias donde falleció el hombre de 41 años baleado
Por Claudio González (La Capital, Rosario)
Una vez más la humilde y postergada zona de
villa Banana fue escenario de un hecho violento. El nuevo episodio se cobró la
vida de un hombre de 41 años a quien rociaron a balazos en cercanías de
Gutenberg y Rueda antes de la medianoche del miércoles. La hipótesis oficial
apunta a que el crimen estaría anclado en un ajuste de cuentas por temas
vinculados a la circulación de droga en ese castigado territorio de la ciudad,
aunque ayer nadie se animaba a confirmarlo. En la misma circunstancia en la
cual el hombre fue asesinado resultaron heridas accidentalmente dos mujeres,
una de las cuales se encontraba internada en grave estado anoche. Cuando desde
el Hospital de Emergencias se confirmó que la persona baleada había fallecido y
la información llegó al barrio, los vecinos volvieron a escuchar nuevas
estampidas de armas de fuego. A diez metros del lugar del hecho, el domingo
violaron y atacaron salvajemente a una joven en su casa.
Los vecinos de villa Banana y el barrio
Triángulo, el histórico asentamiento que se abre al oeste de avenida Presidente
Perón y 27 de Febrero, a ambos lados de las vías del ferrocarril General
Belgrano, vienen golpeados por una seguidilla de hechos violentos emergentes de
una multiplicidad de problemas sociales que se entrelazan.
Ráfagas
El último de esos episodios, del que no hay
demasiadas precisiones oficiales, ocurrió anteanoche en inmediaciones de Gutenberg
y Rueda, donde sobre las 23.30 los vecinos escucharon el repiqueteo de una
ráfaga de entre 15 y 20 disparos de armas de fuego.
En la balacera resultó herido Nelson José
"Coqui" Jara, de 41 años, que sufrió heridas de arma de fuego en el
abdomen, el tórax y los miembros inferiores, y murió pasada la medianoche
debido a la gravedad del cuadro con el que ingresó por sus propios medios al
Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), trasladado en la camioneta de
una persona que circunstancialmente estaba en el escenario de los disparos,
según confiaron algunos vecinos.
Pero además de ese hombre, terminaron
hospitalizadas en el Heca dos mujeres. Se trata de vecinas que accidentalmente
estaban en la zona y quedaron expuestas al tiroteo. María E., de 33 años,
presentó heridas en la región inguinal derecha, el abdomen y el muslo
izquierdo, y anoche su pronóstico era reservado.
Por su parte María Verónica M., de 35 de
años, recibió atención y ayer se recuperaba satisfactoriamente de un disparo en
el muslo izquierdo, en la zona baja del glúteo. Familiares de esta mujer,
también residente de siempre en villa Banana, aguardaban novedades sobre su
salud en la sala de espera del centro asistencial, donde contaron a La Capital
lo poco que sabían de boca de otros.
"Ella estaba adentro de su casa que
queda por Rueda, donde vive con los padres y sus dos hijos. Escuchó los
disparos y los gritos de un sobrino que estaba la calle. Entonces salió para
ver qué pasaba, caminó unos metros y cuando vio que Brian estaba bien, porque
pensó que lo habían herido, se dio vuelta para volver a la casa. Ahí sintió el
ardor en la pierna. Le pasó por curiosa, no tiene nada que ver con el
hecho", indicó una cuñada.
Dos hermanos de María, Rafael y Marcelo,
también esperaban el parte médico en el Heca después de haber pasado toda la
noche sin novedades. Conocedores de los laberínticos pasillos de villa Banana,
dijeron con cierta resignación: "Los tiros se escuchan todos los días. Es
un peligro la zona y ya no se sabe si es por droga, por problemas de polleras o
porque pasaste y no les gustó tu cara. Acordate que ahora sigue ésto, no
para".
Más
tiros en el barrio
Allegados a la investigación del hecho
indicaron que como a las 3 de la mañana de ayer, cuando los familiares de Jara
se enteraron que había fallecido, se caldearon los ánimos y se escucharon
varios disparos que retumbaron en la misma cuadra donde lo habían hedio. Y, al
parecer, esos tiros tronaron como ritual de advertencia del fatal desenlace.
Cuando este diario se acercó a la zona para
recoger detalles del hecho, los vecinos sugirieron ni asomarse al pasillo por
precaución a potenciales agresiones. "Está jodido amigo, son repicantes.
Hagan lo que quieran, pero estos son atrevidos", avisó un grupo de
muchachos en Felipe Moré y las vías, conocedores del clima post balacera.
Según la Fiscalía de Homicidios, la línea
mas concreta de la investigación esta relacionada a una hipótesis por ajuste de
cuentas vinculado a la disputa del territorio por la comercialización de
drogas. La fiscal Marisol Fabbro, en ese sentido, ordenó medidas en la escena
del crimen a cargo del Gabinete de Rastros de la Policía de Investigaciones
(PDI), que encontró vainas servidas de revólver calibre 22 y pistola 9 milímetros que serán
peritadas, además de anotar la declaración de testigos.
Los
datos de una testigo
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