La intersección de Rivadavia y Champagnat, cerca de donde se produjo el homicidio
Un joven de 21 años murió
en la madrugada de ayer de un disparo en el pecho mientras merodeaba la zona
roja de la ciudad y por el crimen quedó detenido un hombre domiciliado en las
inmediaciones.
Fuentes de la
investigación confirmaron que el asesinato se produjo en un contexto dominado
por la venta de estupefacientes, prostitución y otro tipo de actividades
ilegales.
La víctima fue
identificada como Roberto Daniel Lombardelli (21), un joven que contaba con
algunos antecedentes penales y que ahora se trata de determinar si brindaba
algún tipo de servicio de protección a travestis de la zona.
En horas de la tarde,
durante un allanamiento fue detenido un individuo de 27 años señalado por
testigos como el autor de los disparos.
El crimen de Lombardelli
es el segundo en el último tiempo que se produce en la denominada zona roja de
la ciudad, donde se observa una impune actividad de venta descontrolada de
estupefacientes. En el mes de abril de 2016 fue asesinado Matías Leonardo
Cisneros (28), un joven que se dedicaba a proteger a travestis ante posibles
clientes violentos.
El sector conocido como
“zona roja” está comprendido por las avenidas Jara, Champagnat, Luro y la calle
Belgrano. Allí, bajo la jurisdicción de la comisaría cuarta, se produce una
actividad a la vista de todos de venta de droga. Si bien se han realizado
operativos con detenciones y secuestro de estupefacientes, la comercialización
es parte del negocio de la calle.
En ese marco, cada noche
decenas de jóvenes merodean las oscuras calles, como también automóviles
circulan a baja velocidad. Taxistas y remiseros aceptan viajes exprés. Y la
policía hace rondines sin mirar en profundidad. “Sin connivencia policial ese
negocio no funcionaría”, explicaron ayer las fuentes consultadas.
El crimen
Cerca de las 5.45 de la
madrugada Lombardelli se hallaba, al igual que otras personas, en las cercanías
de la esquina de Rivadavia y Champagnat.
Algunos travestis
esperaban por su nuevo cliente a poca distancia de allí y observaron cómo un
hombre joven se acercó hasta Lombardelli y sin mediar ninguna palabra extrajo
un arma de fuego y le disparó.
El proyectil impactó en
el pecho de Lombardelli, quien cayó desplomado, aunque con vida, al piso. De
inmediato fue asistido por algunas personas que estaban en el lugar que
colaboraron para su traslado hasta el Hospital Interzonal General de Agudos
(HIGA). Minutos después de ingresar a la guardia de dicho nosocomio se constató
el fallecimiento de Lombardelli.
En tanto el agresor se
dio a la fuga hacia la calle Victoriano Montes. Quienes vieron toda la
secuencia lo reconocieron como un joven que solía merodear por las calles en
busca de estupefacientes. Con esos datos la comisaría de la zona y el fiscal
Alejandro Pellegrinelli iniciaron una investigación que permitió localizar al
agresor en horas de la tarde.
El operativo que
posibilitó detener al presunto autor del homicidio fue realizado por personal
de la comisaría cuarta en una casa de 9 de Julio al 5200. Allí fue sorprendido
Matías Quirola (27) que ante la irrupción policial no opuso resistencia.
El móvil del asesinato
aún está por resolverse pero habría sido, precisamente, la actividad ilegal de
venta de estupefacientes.
En el allanamiento la
policía encontró una pequeña cantidad de cocaína con envoltorio similar a los
que suelen venderse en la zona roja.
El fiscal Pellegrinelli
acusó al detenido por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de
fuego y ordenó su traslado a la Alcaidía Penitenciaria de Batán.
Zona roja
Desde hace ya algunos
años el ejercicio de la prostitución en la vía pública quedó en dominio
prácticamente total de travestis y transexuales. Estas personas, corridas de
otros sectores de la ciudad, encontraron su punto estratégico en la oscuridad
de la avenida Luro y en sus calles perpendiculares.
Sin embargo el negocio
del servicio sexual dejó de ser rentable en comparación con la venta de
estupefacientes y muchas de las personas trans optaron por esa salida. La
natural consecuencia de la evolución de ese negocio fue el merodeo de adictos,
la proliferación de delitos y la violencia.
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