La finca de Lennox 2480 en Funes donde vivía Leonardo Popea, considerado dueño de un laboratorio de cocaína y proveedor de la red
Por Hernán Lascano (La Capital, Rosario)
La primera infracción que figura en el
prontuario de Leonardo Popea es un fraude del año 1993 por pagarle con un
billete falso al playero de una estación de servicio en Casilda. En 1998 fue detenido
por la sección Seguridad Personal de Rosario por estafa.
En enero de 2004 lo arrestaron arriba de un
Alfa Romeo, de nuevo en Casilda, con billetes truchos por 1200 pesos. Durante
un tiempo prolongado no se supo de él pero cuando la policía volvió a posar su
atención del falsificador o estafador incipiente no quedaba nada. Ahora se
había transformado en un empresario a gran escala como proveedor y financista
de una red que vendía cocaína en cinco ciudades del sur de la provincia de
Santa Fe.
Ahora la causa por la cual Popea fue
detenido hace más de tres años fue elevada a juicio oral y público en los
Tribunales Federales de Rosario. Este hombre que hoy tiene 61 años fue atrapado
tras dos años de seguimientos luego de que distintas fuerzas de seguridad
verificaran que era un vigoroso abastecedor de cocaína. Le atribuían ser dueño
de una cocina y un laboratorio para producir esa sustancia con la que había
sido proveedor de puntos de venta en Rosario, Granadero Baigorria, Correa,
Coronda y Cañada de Gómez. También se había procurado, merced a la rentabilidad
excepcional del negocio, un vertiginoso crecimiento económico. Tenía al ser
detenido, además de vehículos, una casa de gran porte con inmenso terreno en
Lennox 2480 de Funes.
Trece
acusados
El fiscal federal general Federico Reynares
Solari solicitó el juicio oral de trece personas, mencionando a Popea en primer
término, por delitos vinculados con la comercialización de drogas. El trámite
que no tiene fecha aún, fue elevado al Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario,
donde deberán realizarse las audiencias, por el juez federal Carlos Vera
Barros.
Las acciones que desembocarán en el juicio
se concretaron el 7 de mayo de 2013 con el allanamiento simultáneo de 25
inmuebles. Las escuchas telefónicas establecieron que el centro de producción
de la droga de esta red era una cocina ubicada en Ugarte al 700, en la zona
norte rosarina, en donde se procesaba la pasta base en combinación con
precursores químicos para la obtención de cocaína de alta concentración. A
Popea lo apresaron en la zona de Garzón al 1600 de Rosario en un VW Gol. En el
interior del auto le encontraron cocaína.
Junto con Popea, el fiscal imputó a Sergio
Abecasis, Marcela Villalba y Diego Villalba por haber estado a cargo de la
cocina en la que se preparaban los estupefacientes a la vez que
comercializarlos.
El origen de la investigación estuvo en
denuncias de vecinos sobre quioscos cuyos proveedores resultaron detenidos en
hechos esporádicos. En todos los casos aparecía que el nivel de cocaína de las
muestras secuestradas era de alta concentración. Mucha cantidad de cocaína de
alto nivel de pureza, solicitada regularmente desde quioscos que se comunicaban
al mismo teléfono para pedir suministro de modo rutinario. Eso determinó que
Leonardo Popea, según la causa que impulsó al inicio el fiscal Mario
Gambacorta, era el comercializador mayorista.
Cien
litros de acetona
En una ocasión policías de Inteligencia
Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas siguieron a Popea a una reunión que mantuvo
con dos personas en el bar "Memo" de Costa Alta y de ahí a una casa
de Spegazzini al 3700.
Los policías consignaron que vieron salir de allí al
principal acusado con una bolsa de grandes dimensiones.
Un hombre que vivía en
ese domicilio salió de ahí y tiró a un contenedor de basura un bidón de cinco
litros transparente que contenía acetona lo que se usa como precursor químico
para elaborar cocaína. También se determinó en la causa que Popea compró cien
litros de acetona en una pinturería de Mendoza al 2500 el 28 de febrero de 2013
en cinco bidones de veinte litros. Estos bidones se hallaron al allanar la casa
de Spegazzini al 3700.
La conexión de la red para el fiscal del
caso quedó probada en los allanamientos de tres domicilios en la localidad de
Correa —Martín Fierro 1232, Hernández 1160 y Roca al 1300— donde se vendía
droga. También en una casa de Centenario 65 de Cañada de Gómez.
Otros que llegarán a juicio son Ruth Gómez,
Walter Nores, Leonel Ferreyra, Darío Herrera, Ricardo Nores, Jonatan García,
Jorgelina López, Victoria Villalba y Javier Gorocito.
El fiscal Reynares Solari destacó "la
cantidad y variedad de sustancias estupefacientes habidas en el transcurso de
los numeros procedimientos practicados" en los que intervinieron además
Policía Federal y Policía Aeroportuaria. El día posterior a los allanamientos
el Ministerio de Seguridad provincial indicó a este diario que se hicieron
operativos en siete localidades que terminaron con 16 detenidos, 29 kilos de
cocaína decomisada, 100 kilos de sustancias diversas para estirar esa sustancia
y 57 litros
de precursores químicos como acetona, cafeína, xilocaína y ácido sulfúrico.
Escuchas en tiempo real fueron clave
La investigación que llevó a la detención
de Leonardo Popea se inició de manera colateral a una causa en la que se
investigaba a Carlos Fiordelino, un rosarino de 43 años, hijo de un comisario,
que en 2011 escapó de la alcaidía de Jefatura tras ser detenido con 55 kilos de
marihuana en Funes. Lo señalado en una denuncia anónima era que se vendían
drogas en un domicilio de calle Mendoza al 9000 "detrás del club de «Las
Leonas»".
Fuentes de la Justicia Federal señalaron
que muchos de los domicilios allanados habían sido referidos en denuncias
hechas en los llamados "buzones de la vida", creados para señalar
lugares donde se comercializan estupefacientes, aunque nunca la policía había
seguido investigaciones en base a esas indicaciones.
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