Luis Arreaga, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos del Departamento de Estado
Por Daniel Gallo (La Nación)
El sostenido crecimiento del comercio
mundial de drogas ilegales llevó a los organismos internacionales a llegar a un
equilibrio entre el esfuerzo dirigido a la reducción de la oferta y de la demanda.
Durante décadas, el peso del sistema se sustentó sólo en reducir el comercio
con tácticas sobre la producción, la logística y la venta de estupefacientes.
Hoy, el mundo busca quitar consumidores a ese mercado con igual fuerza que la
empleada en la lucha directa contra el narcotráfico. Incluso los Estados Unidos
adaptaron su estrategia al enfoque de la ONU y apuestan también a una visión
enfocada desde la salud pública.
"La prevención del
problema de las drogas debe empezar con programas dirigidos a niños de 5 años.
También con apoyos a sus familias. La edad de inicio en el consumo baja y en
consecuencia hay que trabajar antes en esa tarea, que es un proceso a largo
plazo", dijo Luis Arreaga, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos
Internacionales de Narcóticos del Departamento de Estado norteamericano.
"El enfoque que hoy
tienen los Estados Unidos es el mismo que definieron las Naciones Unidas. Las
drogas deben ser consideradas un problema de salud pública y se tiene que
garantizar al consumidor el acceso a tratamientos de recuperación", indicó
Arreaga en un encuentro con LA NACION en el Palacio San Martín, durante su
participación en la II Conferencia Internacional de Acceso a la Asistencia
Jurídica en los Sistemas de Justicia Penal.
Arreaga destacó que es
intensa la relación con las autoridades argentinas y aseguró que especialistas
norteamericanos colaboran aquí con la identificación de los componentes del
paco. "Trabajamos muy bien con la Argentina y es muy importante continuar
esa labor en los aspectos de reducción de la demanda", dijo el representante
del Departamento de Estado, quien tuvo reuniones en la Sedronar.
El funcionario
norteamericano explicó también la reforma realizada en su sistema judicial para
evitar el encarcelamiento por delitos menos importantes en la cadena del
narcotráfico. "Hace diez años que tenemos en claro que se debe realizar un
abordaje integral del problema de las drogas. Hay que equilibrar las variables
de prevención y rehabilitación con los componentes policial y judicial. En los
Estados Unidos avanzamos, por iniciativa del presidente (Barack) Obama, en un
cambio de enfoque judicial, buscando alternativas para las ofensas menores en
casos de drogas."
Y agregó: "Antes se
sentenciaban fuerte incluso ofensas menores. Pretendemos lograr un mejor
equilibrio. No tiene sentido tener poblaciones carcelarias enormes por temas
insignificantes. Entonces se crearon juzgados especiales de drogas. Cuando se
comete un delito considerado menor, el juez tiene opciones antes de enviar a la
persona a una prisión. Puede, por ejemplo, decidirse una rehabilitación en el
consumo de drogas, con plazos fijos que la persona debe cumplir, y en caso de
alcanzarse la meta establecida por el juez se da por cumplida la sentencia. En
los Estados Unidos ya funcionan unos 3000 juzgados con esas características".
Desde el paso inicial
dado por Colorado, en 2014, otros estados aceptaron el uso recreativo de la
marihuana. A Oregon, Washington y Alaska se sumaron este mes California,
Massachusetts, Maine y Nevada. El gobierno de los Estados Unidos mantiene en
observación la experiencia en esos distritos.
"Sobre los estados
que legalizaron la marihuana, el gobierno federal se reservó la posibilidad de
intervenir en caso de que se encuentren significativas variantes en una serie
de puntos que están en análisis. Hay algunas preguntas ante esa situación
novedosa. Por ejemplo, ¿qué sucede con el dinero generado por ese mercado?
¿Llega como antes a las pandillas? ¿Están detrás de ese nuevo comercio
testaferros de narcotraficantes? ¿El mercado legal provocó cambios en el
comercio ilegal? Hay que estudiar cómo evolucionan esas situaciones",
comentó Arreaga.
"También se observa
qué pasa ahora con el uso de la marihuana por parte de menores, si su consumo
bajó, creció o está igual que antes. Se hace foco además en qué ocurre en los
estados vecinos y se pusieron en observación otras señales, como qué sucede en
las salas de emergencias, qué relación tienen los accidentes de tránsito con el
consumo de marihuana, y la forma en que se relaciona esta legalización con la
violencia y el uso de armas", indicó.
En los Estados Unidos el
mercado ilegal de drogas ocasiona 40.000 muertes al año por sobredosis, un
volumen de fatalidades superior al causado por los accidentes del tránsito. Los
resultados de esas experiencias de sus estados permisivos al consumo de
cannabis son esperados por especialistas de todo el mundo. Arreaga estima que
no hay que acelerar las evaluaciones: "Al tratarse de la primera vez que
esto se pone en análisis, se busca tener la base de datos más completa para que
esa información pueda apoyar decisiones políticas. Pero sí hay que saber que la
legalización de la marihuana no es la panacea".
La situación en Argentina, hoy
12
Edad de inicio
Las encuestas realizadas
por la Sedronar en estudiantes secundarios señalan que al menos el 6% probó
marihuana en la escuela primaria.
33%
Estudiantes consumidores
Tres de cada diez
adolescentes argentinos fuman cigarrillos de picadura de marihuana y se
registran 151.119 consumidores de riesgo.
Nuevo centro antidrogas
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