El narco mexicano César Cornejo Miranda resistió a los tiros su detención
Por Gabriel Di Nicola (La Nación)
Cuando los detectives de
la Gendarmería fueron a detenerlo a un departamento de Belgrano, César Cornejo
Miranda, alias "Cha" o "Chacito", se resistió a los tiros.
Sus disparos hirieron en el brazo derecho al cabo 1° Pedro Pagés. Pero, el
sospechoso, nacido hace 45 años en Guadalajara, México, fue reducido y
detenido, acusado de formar parte de una organización criminal que traficaba
droga a tierras aztecas a la que se le secuestró un cargamento de más de 2000
kilos de cocaína líquida oculto en transformadores eléctricos trifásicos. Se
sospecha que la banda tenía vínculos con el poderoso y temible cartel de
Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, "el Chapo".
Ahora, Cornejo Miranda
pasará varios años en la cárcel de Ezeiza, donde está detenido desde 2014. El
Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) N° 1, integrado por los jueces
Susana Pellet Lastra, Jorge Pisarenco y Gustavo Losada lo condenó a 12 años de prisión,
la misma pena de cárcel que había solicitado el fiscal en lo penal económico
Marcelo Agüero Vera durante su alegato.
El TOPE N° 1 tamién
condenó a Matías Faubel y a Maximiliano Larre a 9 y a 5 años y medio de cárcel,
respectivamente. Otros tres absueltos. La Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) actuó en el juicio como querellante.
Durante su alegato, el
fiscal sostuvo que los acusados "tuvieron la decisión común de realizar
acciones tendientes a ejecutar el tráfico y contrabando de sustancias
estupefacientes, como así también la decisión común de cometer el delito de
contrabando de exportación doblemente agravado por tratarse de sustancias
estupefacientes elaboradas que, por su cantidad y demás circunstancias del
hecho, estaban inequívocamente destinadas a ser comercializadas".
El fiscal Agüero Vera
también le adjudicó a "Chacito" Cornejo Miranda el intento de
homicidio del cabo 1° Pagés, uno de los uniformados del grupo de elite Alacrán
de la Gendarmería Nacional que participó del allanamiento ordenado por la jueza
federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado el 22 de abril de 2014 en un
edificio de Amenábar al 1900, en el barrio de Belgrano.
En el juicio, que empezó
el 24 de agosto pasado, declararon 62 testigos, se ordenaron varias medidas de
prueba adicionales y se reprodujeron escuchcas telefónicas hechas durante la
instrucción de la causa.
La causa que llevó a
prisión a Cornejo Miranda estuvo a cargo de Arroyo Salgado y del fiscal federal
de San Isidro Fernando Domínguez. Según la investigación de la jueza, la banda
operaba desde, por lo menos, junio de 2012. El expediente judicial se inició
ese año, cuando se comenzó a seguir los pasos de tres policías federales que
"se encontraban en tratativas para dar apoyo y protección en un presunto
transporte de estupefacientes organizado por ciudadanos colombianos vinculados
al cartel de «el Chapo» Guzmán", según se desprende del expediente.
Cuando procesó a Cornejo
Miranda, la jueza federal Arroyo Salgado sostuvo que la actuación de
"Chacito" tuvo el doble propósito de "repeler la actuación de la
Justicia argentina y llamar la atención de los medios de comunicación a fin de
alertar sobre la pesquisa en ciernes al resto de la organización criminal. Dato
no menor resulta que ese espacio temporal [las tres horas que estuvo
atrincherado] fue usado en provecho propio y de sus socios en la faena [sic]
delictiva, a los que llamó telefónicamente sin ser atendido pues estaban
viviendo en simultáneo el allanamiento a sus domicilios".
Despacho
La organización narco que
integraba "Chacito" Cornejo Miranda logró burlar los controles
argentinos y mexicanos: ocultó más de dos toneladas de cocaína líquida en dos
transformadores eléctricos trifásicos que fueron despachados desde el puerto de
Dock Sud, Avellaneda, y que llegaron a Puerto Progreso, en la ciudad mexicana
de Mérida.
La droga fue descubierta
después de que Arroyo Salgado, el fiscal Domínguez y autoridades de la Aduana y
de la Gendarmería viajaron a México. Los transformadores pudieron ser retenidos
luego de una comunicación que se hizo por vía diplomática. Los investigadores
estaban convencidos de que la droga podía estar oculta en los transformadores
después de los allanamientos realizados la noche en que "Chacito" se
resistió a los tiros.
Para Arroyo Salgado el
rol de Cornejo Miranda fue fundamental para poder ocultar la cocaína líquida en
los transformadores porque "tenía conocimientos específicos en materias de
ingeniería industrial".
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