El cruce donde fue ametrallado Roberto Figueredo
Un hombre recibió 6 disparos y salvó su
vida de milagro en una calle colectora, a metros del ingreso a la ruta 34 en
Salvador Mazza.
El sujeto, conocido en el ambiente delictivo
no solo de Salta sino también de Rosario de Santa Fe, fue emboscado cuando
salía del barrio Ferroviario, donde reside, en dirección a la salida sur de
Salvador Mazza.
La víctima del atentado, sin profesión
lícita conocida, conducía una camioneta Toyota Hilux de última generación, de
color blanco, que recibió al menos una veintena de disparos en su carrocería.
Fuentes policiales confirmaron que se trata
de un hombre oriundo de Rosario de Santa Fe de 53 años de edad, identificado
como Roberto Figueredo.
No hubo testigos, todos huyeron
despavoridos, dijeron fuentes de la localidad fronteriza.
Figueredo recibió seis disparos en
distintas partes del cuerpo de una balacera contra su vehículo disparada desde
otro vehículo y de personas que descendieron del mismo.
Ocurrió en momentos en que se aprestaba a
tomar la avenida San Martín, en la localidad fronteriza de Salvador Mazza,
arteria que se inicia al finalizar la ruta nacional 34.
Figueredo salía del barrio donde reside,
aguardó el cambio de luces del semáforo y cuando intentó tomar la avenida
recibió una ráfaga de tiros y al menos 6 disparos de un arma de grueso calibre
hacia su persona.
A pesar del hermetismo en torno al hecho
que remite a los ajustes de cuentas más cruentos que se viven en la zona de
frontera, los investigadores consultados no pudieron precisar si se trató de un
arma 9 mm
o de un calibre mayor.
Fue una docente que reside en cercanías del
lugar del hecho quien llamó a la policía luego de escuchar la balacera; cuando
el vehículo policial llegó al lugar en la banquina de la cinta asfáltica se
encontraba la camioneta Toyota Hilux de color blanco y en su interior el propio
Figueredo. Escoltado por el móvil policial, el mismo Figueredo llegó hasta el
hospital de la localidad fronteriza, distante a unas 10 cuadras del lugar de
los hechos.
Allí el herido, que reside entre las calles
Mendoza e Hipólito Yrigoyen del mencionado barrio, fue asistido por el servicio
de guardia, pero dado su delicado estado fue trasladado a pedido suyo hacia una
clínica privada de Tartagal y luego a Salta capital.
Cerca de las 13 horas de ayer Figueredo fue
trasladado hacia la capital de la provincia; según trascendió, uno de los
impactos que le ingresó por el hombro izquierdo podría haberle interesado la
columna vertebral, pero la información no fue confirmada ni desmentida dado el
hermetismo que rodean las investigaciones.
A
quemarropa
Cuando llegó a la clínica de Tartagal
trasladado en una ambulancia del hospital de Salvador Mazza, Figueredo -que se
encontraba lúcido y consciente- fue asistido por las múltiples heridas de armas
de fuego que presentaba en su brazo y en el hombro izquierdo. Pero extrañamente
no quiso formalizar denuncia alguna a pesar que personal de la comisaría 42 de
Tartagal se dirigió a ese nosocomio para tomarle declaraciones.
Sin embargo, la Fiscalía penal actuante
ordenó que pese a la actitud de Figueredo se investiguen los hechos y se busque
al automóvil donde se desplazaban los sicarios.
La Brigada de Investigaciones de Tartagal
se abocó a dar con el o los autores del hecho, pero según datos obtenidos por
este matutino no hubo testigos, y si los hubo no se quedaron en el lugar de la
balacera, ya que cuando arribó el móvil policial al cruce semaforizado de la
calle y la ruta 34 solo estaba el herido en el interior de su camioneta.
Una fuente de la propia policía consideró
que "se trató de un claro ajuste de cuentas, pero el que lo encargó no
quiso que lo mataran, le dispararon para dejar un mensaje, una señal para los
demás integrantes de la banda o cártel. Fue a quemarropa y con esa arma (podría
ser un fusil) cualquier sicario le hubiera volado la cabeza", deslizó.
Silencio
de la víctima
Figueredo, apodado el
"Rosariono", o "Chimichurri", ya purgó condenas anteriores
acusado por delitos comunes. Sin oficio conocido pero de un alto nivel de vida,
integraría una banda de peligrosos sujetos dedicados al "mejicaneo"
(delitos que se cometen entre las mismas bandas dedicadas al tráfico de
estupefacientes y otros delitos conexos), que actúan en la zona de la frontera
tanto del lado argentino como boliviano.
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