Raúl "Beto" Masimiani, o el "Señor de la Cumbia", está preso en la cárcel de Coronda, donde allanaron su celda
Hasta el 7 de noviembre de 2013, cuando
cayó preso acusado de ser un vendedor de droga, Raúl Narciso "Beto"
Basimiani era "El señor de la cumbia" en Santa Fe. Tenía un programa
de radio y una productora de espectáculos tropicales. En noviembre pasado
aceptó el delito en proceso abreviado y firmó una condena de 6 años de prisión
que cumple en la cárcel de Coronda. Hasta esa prisión, la más emblemática de la
provincia, llegaron el jueves efectivos de la Delegación Rosario de la División
Antidrogas de la Policía Federal y allanaron la celda de "Beto" en un
nuevo coletazo de la "Operación Gringo", en mención a Mario Sebastián
"El gringo" Visconti, barra brava de Rosario Central que conducía la
organización narco y que fue asesinado el 31 de mayo en una camino rural de
Ibarlucea. Los pesquisas también realizaron otros dos allanamientos en la
ciudad de Santa Fe, en uno de los cuales apresaron a la esposa de Basimiani. En
otro procedimiento incautaron 3 kilos de marihuana compactada y varias dosis de
cocaína de las denominadas "ravioles" o "papeles".
Una semana atrás agentes antinarcóticos de
la Federal realizaron 27 allanamientos. Cuatro de ellos fueron en las localidades
misioneras de Posadas, Candelaria y San José y en la zona correntina de San
Carlos. Los otros 23 se realizaron en el departamento Rosario. Entonces hubo 15
detenidos y se incautaron 60 kilos de cogollos de marihuana (la flor de la
planta) que eran enviados por encomiendas del Correo Argentino desde Misiones a
Rosario. Entre los apresados se destacaron Edgardo "Picu" Smolsk,
quien tomó las riendas de la banda de "El gringo" Visconti tras su
asesinato; y la de Juan Javier Granelli, oriundo de Casilda y ex candidato a
senador nacional por el partido Compromiso Federal de Adolfo Rodríguez Saá. El
Operativo fue bautizado "Gringo", y según indicaron en rueda de
prensa aquel díael comisario inspector Osvaldo Magnoli y el subcomisario Raúl
Hirsch, ambos de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía
Federal, la pesquisa estaba lejos de terminar.
Por autopista
Una de las líneas de
investigación hizo que el juez federal Marcelo Bailaque, ante la requisitoria
del fiscal Marcelo Digiovanni, ordenara tres nuevos allanamientos mediante
exhortos al Juzgado Federal 2 de la capital de la provincia. Uno fue en la
celda que ocupa "Beto" Basimiani en el penal de Coronda. Las otras
dos en propiedades de calle Mitre al 7900 y Castelli 1700, en la zona noroeste
de Santa Fe. Para los investigadores "El señor de la cumbia" era, además
de un vendedor en su ciudad, proveedor de la marihuana que comercializaba la
banda de "El gringo" Visconti en Rosario. Mandaba la droga a Rosario
y gente vinculada con la banda que tras el homicidio de Visconti comandó
"Picu", la distribuía en la zona noroeste rosarina.
Siempre según esta
hipótesis, Basimiani se comunicaba con Visconti para explicarle cómo debía
proceder, dónde debía recoger y ocultar la droga, a quienes se las debía vender
y cúanto debía cobrar. En el allanamiento del jueves en la celda de Coronda
sólo se le secuestró a "Beto" un chip de celular.
También allanaron una
vivienda de Mitre 7910 que ya había sido requisada tras la detención de
Basimiani en 2013. En esa casa, que estaba desocupada y que servía como un
depósito para "Beto", encontraron una caja fuerte empotrada en el
piso del domicilio (ver foto). En su interior había 3 kilos de marihuana en
panes. En otra vivienda, en Castelli al 1900, detuvieron a Soledad Angélica G.,
la esposa de Basimiani. Para los pesquisas, la mujer regenteaba un "quiosco
de drogas" para lo cual involucraba a sus hijas, de 9 y 14 años. La esposa
de "Beto" quedó a disposición del juez federal Bailaque.
El distribuidor
El 7 de noviembre de
2013, "El señor de la cumbia" marchó preso en una finca de Los
Jazmines y Las Encinas, en el distrito costero de Colastiné, vecino a la ciudad
de Santa Fe, a manos de agentes de la División de Operaciones de la Policía
Federal. Ese lugar ya había sido allanado el 12 de julio del 2012 cuando
agentes antinarcóticos de la provincia llegaron con una orden del juez federal
Reinaldo Rodríguez y detuvieron a Daniel Francisco "El tuerto"
Mendoza. Entonces se secuestraron 15 kilos de cocaína y media docena de
botellas con precursores químicos. Pocos días después, Mendoza fue procesado
por "producción, fabricación, extracción o preparación de
estupefaciente" y "tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización". Siguiendo la cadena de comercialización montada por
Mendoza, quien fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión en el mismo juicio
en el cual se condenó al ex jefe de la policía santafesina, Hugo Tognoli, se
llegó a los quioscos de Basimiani.
En la investigación quedó
constancia de que Basimiani, también conocido como "Don Raúl", supo
tener prostíbulos en la provincia Entre Ríos. Corrido ya a Santa Fe patrocinó
pequeñas bandas de cumbia y condujo el programa " pocas" en la tarde
de la FM 89.1. Desde esa radio promocionaba sus eventos y difundía cumbia,
música romántica y tropical. Según la resolución en la que fue procesado tres
semanas después de su detención, el mismo teléfono que ofrecía a sus oyentes
para enviar mensajes de textos con pedidos diversos, lo utilizaba en su
actividad como organizador de la banda.
Fuentes consultadas
indicaron que Basimiani estaba vinculado a otro sindicado narco: el paranaense
Gonzalo Elvio Caudana. Ambos están siendo investigados por el fiscal federal
Claudio Kishimoto. "El gordo" Caudana, como se lo reconoce, fue
condenado tres veces por distintos delitos, entre ellos infracciones a la ley
de drogas. En 2003 fue condenado a 4 años de prisión por tenencia de
estupefacientes; en 2009 fue sentenciado a 6 años y medio de prisión por el mismo
delito; y en 2013, durante una salida laboral autorizada por un juez de
Ejecución Penal, fue interceptado en el túnel subfluvial que une Paraná con
Snata Fe cuando viajaba en un auto de alta gama con 285.000 pesos en efectivo.
En febrero de 2014 fue nuevamente condenado por tenencia de droga y le
unificaron las penas a 6 años y un mes de prisión efectiva. Pero afectado por
una pancreatitis fue beneficiado con arresto domiciliario. Ese derecho lo
perdió cuando amenazó a un vecino y a un policía.
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