28 de octubre de 2016

Rosario: condenaron a Aldo "Totola" Orozco por tráfico de drogas para comercio

Las penas las dictaron los jueces Beatriz Caballero de Barabani, Jorge Venegas Echague y Omar Degerónimo

Aldo "Totola" Orozco es para muchos habitantes de Firmat sinónimo del tráfico de drogas en la zona. Ayer esa difundida valoración quedó en correspondencia con el veredicto del Tribunal Federal Oral 2 de Rosario que lo condenó a seis años de prisión por transporte de estupefacientes con fines de comercio. La disposición alcanzó a otras cinco personas acusadas de integrar su organización. Todos habían llegado a juicio por tres hechos de 2012.

El tribunal correspondió así al pedido de pena hecho por el fiscal Federico Reynares Solari en los alegatos. El más debatido de los tres incidentes juzgados ocurrió el 27 de junio de 2012 cuando la Brigada Operativa de Drogas Peligrosas comandada por el comisario Alejandro Druetta secuestró 4 kilos de marihuana y cocaína en un Citroën Berlingo. Allí estaban Orozco, Daniel Riera, Fernando Bermaz y Juan Martínez a quienes, según el parte oficial, les secuestraron la droga. Los policías acusaron también a dos abogados que llegaron al lugar por tener un arma y resistir su arresto.

Otro de los hechos ocurrió con la detención de un Peugeot 307 en Presidente Perón al 7700 de Rosario en el que se hallaron 10,4 kilos de cocaína, el 17 de junio de 2012. Allí fueron apresados Juan Martínez, Enrique Savi y Marcos Carlos López. El tercer episodio fue un allanamiento, el 18 de julio de 2012, en Pasaje 902 Consorcio 6 de Firmat donde fue arrestada Luciana Arrondo y se hallaron 2,8 kilos de cocaína.

Además de Orozco, que fue declarado reincidente por una condena previa, también recibió 6 años Juan Martínez. A Riera, Bermaz y López les impusieron 5 años de prisión.

Solamente en dos casos hubo diferencias con lo que solicitó el fiscal. En el de Luciana Arrondo, donde el pedido había sido de 4 años de pena y el tribunal resolvió dos años. Se trata de la mujer de Juan Martínez de quien, para el momento en que se allanó el departamento de Firmat, según la defensa estaba divorciada, nunca había sido acusada de un delito ni nada la vinculaba en la cadena de tráfico de drogas. Sólo estaba, para el defensor, en la casa donde se halló el estupefaciente. A Enrique Savi, en tanto, remisero del auto en el que se encontró la droga en la zona oeste rosarina, los magistrados lo absolvieron.

Controversias. El tribunal integrado por Beatriz Caballero de Barabani, Jorge Venegas Echagüe y Omar Digerónimo dará a conocer los fundamentos de las sentencias la semana que viene. Allí habrán de establecerse dos puntos de importante controversia.

En ese sentido, los defensores denunciaron el miércoles que el juicio no tiene sustento porque no era posible establecer con certeza que se hubiera secuestrado droga. El defensor de Orozco, Ariel Merlini, señaló que en la foja 1.184 del expediente consta que el laboratorio bioquímico indica que por el deterioro del aparato respectivo no se pudo determinar la proporción de material estupefaciente de la sustancia recibida como droga. Y para definir qué es droga hay que establecer la cantidad mínima de toxicidad de la sustancia, lo que se llama dosis umbral. Y, además, la prueba no pudo repetirse porque el tribunal de instrucción ordenó incinerar los paquetes con la droga incautada.

Los defensores dijeron que sin cuerpo del delito no puede haber delito y pidieron absoluciones. Pero el fiscal había advertido con anterioridad que los tóxicos incautados eran estupefacientes según lo probado en otras fojas del expediente. "Si la defensa entendió otra cosa debió probarlo antes", dijo.

El otro rasgo polémico se plasmó desde el inicio. Se trató de la discusión por el primero de los hechos, cuando Orozco fue apresado junto a Martínez, Bermaz y Riera en Firmat. Según el acta policial tenían 4 kilos de droga. Los agentes señalaron que cuando quisieron requisarlos los cuatro se encerraron en el auto y convocaron por teléfono a sus abogados. Cuando estos llegaron, dijeron, uno de ellos agredió a golpes al jefe del operativo y portaba una pistola que se le cayó. Desde el primer momento todos hablaron de una acusación inventada y los letrados señalaron como delirante que hayan golpeado a policías armados después de haber pasado tres perímetros con efectivos de custodia.

Los policías sostuvieron sus posiciones. Alejandro Druetta señaló haber encontrado droga en el Citroën Berlingo y los acusados señalaron que se las habían plantado. Pero con sagacidad, el fiscal desmontó ese planteo. Leyó las declaraciones de los cuatro hombres que estaban en el auto y dejó en claro que cada uno le echó la culpa de plantar la sustancia a un policía distinto. Esas diferencias redundaban en la validez del acta de Drogas Peligrosas.

Ese acta parecía tener problemas más allá de los embates defensivos. A dos meses del hecho el juez federal Carlos Vera Barros la consideró tan defectuosa que sobreseyó a los imputados. Más tarde la Cámara Federal dio por bueno el procedimiento. Entonces el magistrado sí acusó a los implicados que ayer terminaron condenados.

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