El container de lana Maquinchao fue analizado varias veces hasta que se comprobó que no tenía en su interior nada ilegal
Por Vanesa Miyar (www.rionegro.com.ar)
Una falsa alarma vinculada al supuesto
hallazgo de efedrina en estado líquido en un cargamento de lana cruda
proveniente de Maquinchao que se exportaría desde este Puerto con rumbo a la
República Checa generó un gran revuelo porque se pensó que se estaba frente al
primer procedimiento de este tipo, pero con el correr de las horas, se
descartó. Antes la Justicia Federal había detenido a un despachante de aduana,
realizó allanamientos y puso en marcha una investigación que finalmente se
abortó, al descubrir que los reactivos químicos habían reaccionado de manera
incorrecta.
La noticia explotó como una bomba en las
más altas esferas policiales y políticas, ante la posibilidad de que haya
descubierto un cargamento de efedrina en la provincia. Pero estudios más
profundos indicaron la ausencia de sustancias ilegales.
Precisamente esos estudios fueron
realizados por expertos que integran el gabinete del Ministerio de Seguridad de
Nación, que lidera la ministra Patrica Bullrich, que llegaron desde Buenos
Aires convocados por la justicia Federal.
Antes, se habían dado cita en el Puerto el
ministro de Seguridad rionegrino, Gastón Pérez Estevan, el legislador Adrián
Casadei y el secretario de Narcocriminalidad, Darío Díaz, alertados por la
conmoción que provocó el fallido hallazgo.
Los últimos resultados, que confirmaron que
no había droga, se dieron a conocer finalmente poco antes de las 20’ , y al cierre de esta
edición se aguardaba que la jueza federal Mirta Filipuzzi decidiera qué hacer
con el container de lana, que había quedado resguardado por personal de
Prefectura en una de las áreas del playón de contenedores del muelle.
Debido a esto, se desconocía si se
efectuarían nuevas pruebas o directamente se permitiría que la carga fuera
exportada. El despachante, fue liberado tras confirmarse los resultados
negativos.
Todo el operativo comenzó el viernes, con
la llegada de un camión con 77 fardos de lana (ver aparte).
En el área de trasvaso de la mercadería se
efectuó el viernes el control aduanero. Cada uno de los fardos que se bajaron
del camión fue sometido a la prueba del scanner, para determinar mediante rayos
x la presencia de material prohibido, y también a la labor de perros
entrenados.
Nada irregular surgió de esos controles.
Sin embargo, el personal decidió profundizar, y someter una muestra de lana a
un reactivo químico.
Fuentes judiciales confirmaron que la
primera muestra realizada por personal de Aduana dio positivo tanto para
cocaína como para efedrina, mientras que las posteriores siguieron indicando
efedrina, por lo cual el material se confinó en un container que fue sellado.
Luego, se continuaron efectuando pruebas, y se dio aviso al juzgado Federal.
Pasadas las 24, ya en la madrugada del sábado, la villa portuaria se vio
sorprendida por un gran operativo, porque llegaron cerca de 8 camionetas de
Prefectura y Aduana, con personal que repitió los exámenes.
Recién al caer la tarde de ayer se confirmó
que había sido una falsa alarma, dando a conocer los nuevos estudios del
laboratorio.
La carga que objeto de la confusión
consiste en 77 fardos de lana cruda (23.000 kilos) que serían transportados a
bordo del barco containero “CS Setubal”. Erróneamente, se pensó que los mismos
estaban embebidos con la droga. Sería el tercer envío de este tipo que se
efectuaría. La primera vez que se envió un container similar fue en julio, y
hubo otro en septiembre. Siempre de lana cruda, en la misma cantidad y
efectuado por la firma exportadora Eitan Patagonia, que acopia lana de los
productores de la Región Sur para enviar al exterior. Tanto en este caso como
en los anteriores el despacho de aduana lo efectuó OIR.
Justamente, aunque nos es usual que se
analice con reactivos la totalidad de la mercadería que se exporta (sólo el
scanneo y la pericia con perros es de rigor) el hecho de que fuera el tercer
envío de estas características hicieron que desde Aduana consideraran que la
carga entraba dentro de los “perfiles de riego”, ameritando la realización de
un control mayor, que finalmente dio un resultado erróneo.
Allanamientos
*Cuando todavía se presumía que había efedrina en el embarque, se
efectuaron allanamientos en las oficinas de la firma que efectuó el despacho de
aduana, que fue la Organización Internacional Rionegrina SA (OIR).
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