Mario Oberlín, el cura que lucha contra el paco en Córdoba
Por Gabriela Origlia (La Nación)
"Seguimos contando muertos en esta
batalla (.). Y hoy la muerte conquistó la vida de otro de nuestros changos. Una
vez más, no sé ni siquiera qué quisiera reclamar". La frase está en el
Facebook de Mariano Oberlín, el cura de barrio Maldonado de esta ciudad; el
primero en denunciar que el paco hace estragos en las zonas más vulnerables; el
que protege a las madres que amenazan los que venden drogas.
En su muro -donde siempre cuenta el día a
día del barrio y del trabajo que hace allí- relata: "Nos acercamos a él
hasta donde pudimos, y no alcanzó. Le acercamos algo de comida los días que
pudimos, pero no alcanzó. Lo acercamos al consultorio médico que tenemos, desde
el cual el doctor lo derivó al hospital para que sea internado con la urgencia
que pudimos, pero no alcanzó".
La enumeración le duele a él y a todos.
"En el hospital se lo atendió lo mejor que se pudo, pero no alcanzó. No
alcanzó nada: ni lo que hizo su familia por él, ni lo que hicimos nosotros, ni
lo que hizo el Estado. Como no les alcanzó la plata ni la vida de tantos otros
a los mercaderes de la muerte que le vendían el paco. Y quién sabe cuántas
vidas más se llevará el insaciable paco".
Oberlín está hace seis
años en la parroquia Crucifixión del Señor en la Seccional Quinta de esta
ciudad, en el límite entre los barrios Müller y Maldonado, una zona roja con
presencia de kioscos que venden drogas, cocinas y bandas que se disputan el
negocio.
A fines de agosto, cuando
presentó el plan "Paco cero", el presidente Mauricio Macri lo
mencionó como un ejemplo de la lucha contra la droga.
Hoy, en su Facebook, el
sacerdote recuerda lo que le decía alguien hacía un tiempo "qué más quiere
este cura???!!!!'. Y yo lo entiendo. A veces ni yo sé qué más quiero. Con
suerte por momentos apenas sé lo que menos quiero... y lo que menos quiero en
este momento es que la muerte sinsentido se siga comiendo el sentido de tantas
vidas".
También señala que, cada
vez que usa la red social, "alguien se molesta. Y realmente no es esa mi
intención. Ni mucho menos desmerecer el trabajo que otros hacen. Ni tampoco
pretender tener las respuestas a todas las problemáticas de las que
hablo".
"Y aunque muchas
veces soy crítico con los distintos estratos estatales, también intento
reconocer lo que considero bueno -agrega-. Y en ese sentido debo resaltar
muchos modos de presencia que se han venido desarrollando en estos años. Y esto
también es motivo de molestia para otros. Si reclamo se enojan unos, si
agradezco se enojan otros".
En mayo, después de una
nota de La Nación con madres del paco cordobesas, el cura salió a protegerlas
por las amenazas que recibieron. El obispo de Córdoba, Carlos Ñañez, y decenas
de sacerdotes compartieron con él una misa avalando su accionar.
Oberlin insiste ante La Nación que le importan poco las reacciones; repite lo que escribió en su muro,
la angustia que le genera "la muerte cuando coquetea con la vida de nuestros
changos y changas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario