Algunas de las imágenes subidas a la rede social Facebook
Por Juan Federico (La Voz del Interior, Córdoba)
La caída de uno de los capos de una de las
barras que se disputan el control de las tribunas del Club Belgrano, quien fue
detenido hace más de tres semanas acusado de liderar una importante
organización narco, ha generado importantes revelaciones en la mesa de los
investigadores.
Es que al rastrear a este sujeto en el
mundo virtual de las redes sociales, los detectives se toparon con una inusual
serie de amenazas y ostentaciones delictivas que nada tienen de irreales.
Se trata de una serie de fotografías
subidas por distintos usuarios a la red social Facebook en las que se muestran
con toda naturalidad con un armamento más que impresionante.
Todos estos protagonistas, enfrentados
entre sí, forman parte de la interna por el control de la barra de Belgrano y
no tienen ningún escrúpulo al momento de dejar por escrito en sus muros de la
red social todo tipo de amenazas cruzadas.
Pero no sólo son palabras: abundan las
fotos de armas de todo tipo y proyectiles.
Una de ellas aún no logró ser descifrada
por los policías: sobre dos camisetas de Belgrano se ha desparramado un arsenal
que incluye pistolas con silenciadores, ametralladoras, municiones y hasta dos
granadas.
¿Es real esta imagen? ¿Quién tiene ese
poder de fuego en Córdoba? Las respuestas aún no aparecen.
Al mismo tiempo, también los investigadores
han encontrado otra foto más que llamativa: un interno de la cárcel de Bouwer
se muestra de espaldas en su celda con dos facas.
La imagen, subida en septiembre de 2015,
revela no sólo que hay detenidos armados, sino también con teléfonos y acceso a
internet. Esta persona recuperó la libertad meses después.
Quienes han subido estas fotos son
cómplices y adversarios de Rodrigo “el Gordo” Ferreyra (33), según entienden
los investigadores.
Sus nombres se mantienen en reserva en esta
nota para no entorpecer las causas penales y porque aún sobre ellos no pesa
ninguna imputación.
Ferreyra fue detenido el pasado viernes 7
de este mes por orden del Juzgado Federal N° 2, a cargo de Alejando Sánchez
Freytes.
A más de tres años de comenzados los
seguimientos, el fiscal federal Gustavo Vidal Lascano solicitó aquel día ocho
allanamientos y cinco pedidos de capturas.
Los procedimientos fueron ejecutados por la
Policía de Seguridad Aeroportuaria (que no se haya convocado a ninguna fuerza
provincial no es sólo una anécdota) entre el viernes 7 atardecer y el sábado 8 a la madrugada en domicilios
particulares de Argüello y de Villa Páez; en el quiosco-bar El Vecindario, de
la avenida Rafael Núñez al 3700, pleno Cerro de las Rosas, todos de la ciudad
de Córdoba, y en una casa de Villa Carlos Paz.
Organización
Según se informó en aquella oportunidad, se
secuestraron poco más de tres kilos de cocaína y se incautaron tres vehículos
que serían de Ferreyra, entre ellos un Audi TT.
El presunto cabecilla fue detenido el
viernes a la noche.
También en los operativos se logró la
captura de Pablo Vaca, un jujeño que sería el que le proveía la cocaína
boliviana, según sospechan los investigadores.
Su captura fue de película. El hombre se
escondía en Villa Carlos Paz, ya que estaba amenazado de muertes por otros
narcos que le reclamaban la devolución de 200 mil pesos.
Cuando Vaca advirtió que llegaban los
policías, intentó escapar en un auto, por lo que los agentes le dispararon en
una rueda.
Ante esto, se bajó y empezó a correr, hasta
que se arrojó a un arroyo cercano. En medio del agua, terminó detenido.
Al mismo tiempo, también se había pedido la
captura de Julio César Ferrer, un hombre que se sospecha que sería la mano
derecha de Ferreyra y actuaba casi como una especie de testaferro.
Su detención recién se produjo el viernes
último, luego de que los investigadores de la Policía de Seguridad
Aeroportuaria obtuvieran un dato clave: estaba guarecido en barrio Maldonado,
cerca del cementerio San Vicente.
En medio de su aprehensión, un grupo de
vecinos atacó a piedrazos a los policías.
Sobre los tres detenidos pesa una
imputación provisoria por tenencia de estupefacientes para su comercialización,
aunque todo indica que el fiscal Vidal Lascano avanzará en una figura penal
mucho más grave.
En la causa, estructurada alrededor de una
amplia serie de escuchas telefónicas, se sostiene que la banda compraba cocaína
a proveedores de Jujuy, Rosario y a una célula peruana que opera en la villa
1-11-14, en el Bajo Flores, de Buenos Aires.
Esto generó que se abran nuevas causas en
esas jurisdicciones.
“Ferreyra tenía un testaferro que manejaba
los autos y el resto. Cuando llegaba la droga, ahí nomás la dosificaban para la
venta al menudeo y la repartían en los ‘arbolitos’ que trabajaban para ellos,
que la vendían como deliverys”, confió un investigador a La Voz a las pocas
horas de las primeras detenciones.
La
pista del bar
Ferreyra ya tenía antecedentes penales.
Hace 15 años, cuando acaba de cumplir la mayoría de edad, había sido detenido
junto a su madre en su casa de calle Igualdad, de Villa Páez, acusado de
comercialización de estupefacientes.
En aquella oportunidad, el fiscal era el
mismo que ahora lo tiene tras las rejas.
El joven está sindicado como unos de los
líderes de la facción de la barra de Belgrano conocida como “Igualdad”, que hoy
está relegada en el control interno que ostenta el grupo conducido por Roberto
“el Loco Tito” Ponce.
En estos años que fue perseguido por los
investigadores, se constató que hubo violentos enfrentamientos entre estos
grupos.
Tras su detención, se han multiplicado los
mensajes en las redes sociales en alusión a quien sería su sucesor.
Según indicaron fuentes con acceso a la
causa, en junio último Ferreyra abrió el quiosco-bar El Vecindario, en la
avenida Rafael Núñez al 3700, lo que agilizó bastante la pesquisa, ya que
comenzó a mostrarse más y fue más fácil seguirlo.
Se sospecha que se trataba de una “pantalla”
para encubrir el real origen de sus ingresos.
Nuevo
abogado
En las últimas horas, Rodrigo Ferreyra,
sindicado como el presunto líder de esta banda narco, designó como abogado
defensor a Sebastián Becerra. Ahora se espera que en los próximos días sea
llevado desde la cárcel hasta el edificio de Tribunales Federales para declarar
ante el fiscal. El mismo trámite aguarda para los otros dos imputados y
detenidos por esta misma investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario