La cocaína secuestrada en febrero en Santiago del Estero
Por Virginia Messi (Clarín)
Algunas veces un camión
cargado con cocaína es mucho más que eso. El domingo 14 de febrero Gendarmería
secuestró sobre la ruta nacional 16 –a la altura de Taco Pozo, Santiago del
Estero– 267 kilos de esa droga que eran llevados escondidos en un transporte
con acoplado. El operativo fue bautizado “Febrero Blanco” y seguramente quedará
en la historia como una de las causas más reveladoras sobre cómo funciona el
narcotráfico en nuestro país, sus rutas y su poder corruptor.
El 14 de febrero los
gendarmes que detuvieron la marcha del camión se encontraron con 250 ladrillos
de cocaína envueltos en plásticos de diferentes colores marcados con una letra
“W”.
Para el fiscal federal de
Salta Ricardo Toranzos –que venía siguiendo los pasos de la banda– este detalle
terminó de confirmar sus sospechas respecto al dueño de la cocaína que estaba
ingresando desde Bolivia en avionetas. Estas máquinas “bombardean” hasta 300
kilos por viaje en el monte salteño, principalmente en la zona de Anta. Hacen
el delivery con la precisión que les dan los GPS y la seguridad que aportan los
teléfonos satelitales. Además descargan la artillería de droga en campos
previamente arrendados por la organización.
La prolija “W” de los ladrillos
de Taco Pozo no sería otra cosa que la “marca de calidad” de Wilson Maldonado
Balderrama (68), un empresario boliviano ligado al negocio de los hidrocarburos
y afamado criador de caballos de carrera, fundador del Club Hípico Villa Montes
(municipio del sur boliviano) y admirado en su pueblo por la performance de su
caballo preferido, “El Pata i Lana”.
En 1993, Maldonado Balderrama –o “Chichín”,
como le dicen cariñosamente– fue detenido en Buenos Aires acusado de
traficante. Pero un tribunal lo absolvió alegando irregularidades en el
operativo policial y la Corte confirmó este fallo. Ahora la Justicia Federal de
Salta ordenó su captura internacional. Y no solo por “Febrero Blanco”.
Maldonado Balderrama
aparece mencionado en decenas de escuchas teléfonicas de otro expediente, (el
N° 6672) abierto en 2013 en la Justicia Federal de Orán, cuyo máxima autoridad
judicial fue hasta hace poco el juez Raúl Reynoso, hoy procesado bajo la
acusación de beneficiar a narcotraficantes.
Esa causa, que no logró
avanzar, hoy se adjuntó a la investigación de Toranzos porque tiene
sorprendentes coincidencias con “Febrero Blanco”, más allá de “Chichín”
Madonado Balderrama. Para empezar, en ese expediente de hace tres años aparece
el camión Mercedes Benz patente ENQ ahora secuestrado con droga en Taco Pozo.
Si bien el camión figura
a nombre del legislador salteño Ernesto Aparicio –acusado de narco y fallecido
en 2013, ver La sombra...–, el seguro del vehículo estaba a nombre de Rubén
Alfredo Maurín (45). Este fue detenido el mismo 14 de febrero cuando manejaba
una camioneta Ford Ranger 4x4 que iba adelante del camión. Poco antes había
logrado escapar de los controles el concejal de Salvador Mazza Mauricio
Gerónimo (32), quien aún hoy permanece prófugo.
Gerónimo –quien tenía a
su nombre 112 teléfonos– aparecía en la investigación original de Toranzos.
Esta se inició en mayo de 2015, cuando un informante declaró que en un taller
mecánico de la ciudad de Salta se había acondicionado un camión para
transportar cocaína desde Anta hacia la provincia de Buenos Aires, en especial
a la localidad de Cañuelas.
El posterior secuestro de
los 267 kilos con la marca “W” y la detención de Ruben Maurín (alias “Yerco”,
abogado) permitió conectar la causa “Febrero Blanco” con el clan familiar de
los Maurín, oriundos de la zona de Anta.
Los Maurín son tres
hermanos: “Yerco” –el mayor, que vive en Corrientes–; Alejandro (42 años,
veterinario y presidente interino del Concejo Deliberante de Salvador Mazza,
detenido el 26 de febrero pasado por pedido de Toranzos); y Miguel (39), preso
desde fines de 2015.
“¿Vos lo has hablado a
doblevé (W)?”, le dice Alejandro a su hermano Miguel en una escucha de fines de
2014. “Sí, pero no me contesta en ningún número y nada, che”, le responde
Miguel. Por entonces un envío aéreo había fallado porque los pilotos no habían
divisado a los baqueanos encargados de recoger la droga en el monte. El diálogo
consta en el expediente 6672 y hay más datos sobre la banda en la causa
12.650/2015, a cargo del fiscal federal de Oran José Luis Bruno, en la que fue
detenido Miguel.
En el marco de esta
última investigación, el 8 de noviembre del año pasado la Gendarmería secuestró
311 kilos de cocaína que iban en una Chevrolet Zafira. El decomiso se realizó
sobre la ruta 9, a
la altura de Córdoba, y la droga era custodiada por un convoy de autos. En uno
de los vehículos iba Miguel Maurín. Pero lo más interesante fue lo que
declararon los choferes.
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