Burzaco, Roncaglia, Bullrich y Franco, durante la asunción del jefe y subjefa de la Policía Federal Argentina
Por Gustavo Carabajal (La Nación)
Las dos fuerzas de
seguridad más importantes del país serán comandadas por dos especialistas en la
lucha contra el narcotráfico. Ayer, el comisario mayor Néstor Roncaglia, quien
se desempeñaba como el superintendente de Drogas Peligrosas, fue designado como
jefe de la Policía Federal Argentina, en reemplazo del comisario general Román
Di Santo. Hace un mes y medio, el comisario general Pablo Bressi, quien
comandaba el área de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, había sido
nombrado jefe de la policía bonaerense.
"La lucha contra el
narcotráfico y el crimen organizado serán los ejes principales de la
gestión", expresó ayer a este diario el flamante jefe, designado por la
ministra Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.
Con la designación de
Roncaglia al frente de la Policía Federal quedó confirmado ayer que la decisión
de la gobernadora María Eugenia Vidal de entregar el comando de la fuerza de
seguridad provincial a quien estaba a cargo del área de lucha contra el tráfico
de drogas era coincidente con una de las premisas de la gestión del presidente
Mauricio Macri: fortalecer el combate contra las bandas de narcotraficantes.
Tanto Roncaglia como Bressi tienen aceitados vínculos con la agencia de lucha
contra las drogas de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés).
Tal como anticipó LA
NACION, anteanoche, Roncaglia y la comisario general Ester Mabel Franco habían
sido convocados a la sede del Ministerio de Seguridad y eran los principales
candidatos a reemplazar a Di Santo y quien lo secundaba, el comisario general
Héctor Tebes.
Según fuentes oficiales,
la designación como jefe de Roncaglia, que hizo la mayor parte de su carrera en
la superintendencia de Drogas Peligrosas, se fundó en la impronta expuesta
públicamente por el presidente Macri de combatir a fondo el narcotráfico.
Franco, con más de 40
años en la fuerza, se convirtió en la primera mujer en ser designada a cargo de
la subjefatura en la historia de la Policía Federal.
Ambas designaciones
confirmaron uno de los ejes de la política de seguridad de la gestión Macri:
convocar a especialistas en sus áreas para ocupar cargos clave. En la
actualidad dos de los delitos que más le preocupan al Presidente son el
narcotráfico y la violencia de género. Por tal motivo se puso a cargo de la
Policía Federal a Roncaglia, un especialista en la lucha contra el tráfico de
drogas y a Franco, quien puso en marcha la primera división para trabajar con
las víctimas de violencia sexual. Tanto Franco como Roncaglia son abogados,
mientras que la primera también comandó la supe-rintendencia de Asuntos Internos,
el área en la que se investigan denuncias de corrupción policial.
Roncaglia comandará una
fuerza de seguridad de 21.000 efectivos, casi la mitad de los uniformados que
integraban la fuerza hasta principios de enero. A su cargo quedaron las áreas
de Investigaciones, Drogas Peligrosas, Interpol , Antiterrorismo y el centro de
Orientación a la Víctima de Violencia de Género.
Por su parte, los 19.000
efectivos de las 54 comisarías y casi todos cuarteles de bomberos porteños
recibirán las órdenes del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
A partir de la semana próxima, lo que era la superintendencia de la Seguridad
Metropolitana, comandada por el comisario general Guillermo Calviño, dejará de
funcionar en el primer piso del Departamento Central de Policía y será
trasladada una nueva sede en Herrera al 2400, de Barracas.
Bullrich, a su vez, negó
a la prensa que la renuncia de Di Santo tuviera relación con las acusaciones
por haber estado en el departamento en que fue hallado el cadáver del fiscal
federal Alberto Nisman y expresó que el jefe saliente había cumplido su tarea
al gestionar el traspaso de una parte de la Policía Federal a la órbita del
gobierno porteño.
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