13 de marzo de 2016

Un especialista antidrogas, el nuevo jefe de la Federal

Burzaco, Roncaglia, Bullrich y Franco, durante la asunción del jefe y subjefa de la Policía Federal Argentina

Por Gustavo Carabajal (La Nación)

Las dos fuerzas de seguridad más importantes del país serán comandadas por dos especialistas en la lucha contra el narcotráfico. Ayer, el comisario mayor Néstor Roncaglia, quien se desempeñaba como el superintendente de Drogas Peligrosas, fue designado como jefe de la Policía Federal Argentina, en reemplazo del comisario general Román Di Santo. Hace un mes y medio, el comisario general Pablo Bressi, quien comandaba el área de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, había sido nombrado jefe de la policía bonaerense.

"La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado serán los ejes principales de la gestión", expresó ayer a este diario el flamante jefe, designado por la ministra Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.

Con la designación de Roncaglia al frente de la Policía Federal quedó confirmado ayer que la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de entregar el comando de la fuerza de seguridad provincial a quien estaba a cargo del área de lucha contra el tráfico de drogas era coincidente con una de las premisas de la gestión del presidente Mauricio Macri: fortalecer el combate contra las bandas de narcotraficantes. Tanto Roncaglia como Bressi tienen aceitados vínculos con la agencia de lucha contra las drogas de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés).

Tal como anticipó LA NACION, anteanoche, Roncaglia y la comisario general Ester Mabel Franco habían sido convocados a la sede del Ministerio de Seguridad y eran los principales candidatos a reemplazar a Di Santo y quien lo secundaba, el comisario general Héctor Tebes.

Según fuentes oficiales, la designación como jefe de Roncaglia, que hizo la mayor parte de su carrera en la superintendencia de Drogas Peligrosas, se fundó en la impronta expuesta públicamente por el presidente Macri de combatir a fondo el narcotráfico.

Franco, con más de 40 años en la fuerza, se convirtió en la primera mujer en ser designada a cargo de la subjefatura en la historia de la Policía Federal.

Ambas designaciones confirmaron uno de los ejes de la política de seguridad de la gestión Macri: convocar a especialistas en sus áreas para ocupar cargos clave. En la actualidad dos de los delitos que más le preocupan al Presidente son el narcotráfico y la violencia de género. Por tal motivo se puso a cargo de la Policía Federal a Roncaglia, un especialista en la lucha contra el tráfico de drogas y a Franco, quien puso en marcha la primera división para trabajar con las ví­ctimas de violencia sexual. Tanto Franco como Roncaglia son abogados, mientras que la primera también comandó la supe-rintendencia de Asuntos Internos, el área en la que se investigan denuncias de corrupción policial.

Roncaglia comandará una fuerza de seguridad de 21.000 efectivos, casi la mitad de los uniformados que integraban la fuerza hasta principios de enero. A su cargo quedaron las áreas de Investigaciones, Drogas Peligrosas, Interpol , Antiterrorismo y el centro de Orientación a la Víctima de Violencia de Género.

Por su parte, los 19.000 efectivos de las 54 comisarías y casi todos cuarteles de bomberos porteños recibirán las órdenes del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. A partir de la semana próxima, lo que era la superintendencia de la Seguridad Metropolitana, comandada por el comisario general Guillermo Calviño, dejará de funcionar en el primer piso del Departamento Central de Policía y será trasladada una nueva sede en Herrera al 2400, de Barracas.

Bullrich, a su vez, negó a la prensa que la renuncia de Di Santo tuviera relación con las acusaciones por haber estado en el departamento en que fue hallado el cadáver del fiscal federal Alberto Nisman y expresó que el jefe saliente había cumplido su tarea al gestionar el traspaso de una parte de la Policía Federal a la órbita del gobierno porteño.

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