7 de marzo de 2016

Empieza el juicio del "escándalo narco"

El fiscal Abel Córdoba

Por Gabriela Origlia (La Nación)

El fiscal especializado en narcotráfico y delitos complejos, Abel Córdoba, llegará desde Buenos Aires para acusar a seis policías involucrados en el llamado "narcoescándalo" en el juicio que comienza mañana. Lo secundará el fiscal cordobés Enrique Senestrari, instructor de la causa. En el banquillo estarán el comisario Rafael Sosa, ex director de Lucha contra el Narcotráfico, y otros cinco efectivos que llevan tres años detenidos.

El fiscal Córdoba -de larga militancia en el área de derechos humanos- fue el primer titular la Unidad Fiscal de Litigio Oral Estratégico, creada por la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, para actuar en juicios orales "de relevancia institucional en que hayan tomado intervención las procuradurías y [cuando] el fiscal del caso así lo requiera".

Quien no estará frente al Tribunal Oral Federal N° 2 es Juan "el Francés" Viarnes, el soplón que trabajaba para la policía y que finalmente denunció al grupo antidrogas. Está prófugo desde agosto de 2014 y tiene una orden de captura internacional, aunque se presume que podría haber sido asesinado por la narcobanda rosarina Los Monos.

Hace tres años Viarnes acusó a la cúpula de la policía cordobesa de tener relaciones con narcos. Abrió, así, el escándalo de corrupción más importante en la historia de la fuerza local, que terminó con la caída de parte de la estructura de Drogas Peligrosas.

Los policías están acusados de los delitos de asociación ilícita, violación de los deberes de funcionario público, falsedad ideológica y privación ilegítima de la libertad; esto último, por supuestas detenciones ilegales.

Además de Sosa, están acusados el ex comisario Alfredo Saine y, los oficiales Gustavo Julio González, Mario Enrique Osorio, Franco Argüello y Fabián Peralta Dátoli.

El "narcoescándalo" tiene causas paralelas que se mencionarán a lo largo del juicio: las investigaciones de las muertes del agente Juan Alós y la del supuesto narco Dante "el Colorado" Leal. Del primero se encontró su cadáver en su auto poco tiempo después que estallaron las denuncias. Aunque su viuda insiste en que lo asesinaron, para la justicia provincial fue un suicidio. De estar con vida, sería uno de los imputados.

Leal fue asesinado a balazos hace dos años en un presunto ajuste de cuentas, tenía una condena por drogas y era un testigo clave en el caso. Antes de su muerte había sido víctima de un "narcosecuestro" y sus captores exigieron un rescate de 20.000 pesos.

Una banda organizada

Según Senestrari, los policías armaron una estructura con roles claros para delinquir. Usaban droga secuestrada para "plantársela" a sospechosos, se valían de datos falsos en los sumarios, mentían a la Justicia e incluso falsificaban dólares.

Precisamente esos billetes fueron la clave cuando Viarnes los acusó. Al "Francés" lo habían denunciado vendedores de autos porque había pagado con dinero apócrifo. Cuando le allanaron la casa encontraron US$ 350.000 adulterados; declaró que eran de un narcotraficante y que el monto era una parte del millón de dólares que los agentes antidrogas se habían robado.

Hubo dificultades para constituir el tribunal del "narcoescándalo" a tal punto que la extensión de la prisión preventiva de los acusados de protagonizarlo estaba a punto de vencer. La demora fue porque ocho jueces se apartaron de la causa por distintos motivos. Hugo Vaca Narvaja, Mario Eugenio Garzón y Daniel Herrera Piedrabuena serán, finalmente, los encargados del proceso.

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