Hace poco más de una
semana Javier Antonio Báez era detenido tras un control de rutina en vía
pública al hallarse en su camioneta un doble fondo con poco más de 200 kilos de
marihuana.
Tras este hecho el
Ministerio Público a través de la Unidad Antinarcóticos a cargo de la fiscal
Fátima Villasboa no habría impulsado ningún procedimiento desde la captura de
Báez, ni siquiera en lo más elemental, que sería el allanamiento de la vivienda
del detenido en busca de evidencias.
Si no hubiera sido por el
llamado a la policía del propietario de la vivienda que era alquilada por
Javier Báez, extrañado porque las luces y el aire acondicionado permanecían
prendidos día y noche durante una semana, jamás se hubiera descubierto que en
su interior se almacenaban nada más y nada menos que unos 2.000 kilos de
Marihuana.
Esto dejó en evidencia el
nulo o escaso interés por parte de la fiscal Villasboa en la prosecución de los
casos y explica porque los procedimientos relacionados a narcóticos arrojan tan
escasos resultados en Itapúa, mientras en la frontera argentina todas las
semanas se realizan decomisos de grandes cargamentos de droga proveniente de
nuestro departamento.
Otro punto que fue
duramente criticado fue la excesiva demora en obtener la orden de allanamiento
ya que supuestamente le llevó a la unidad fiscal unas 6 horas redactar una
carilla de hoja de oficio que compone la solicitud para el juzgado que
normalmente no tarda más de 30 minutos a una hora en expedirse según lo explica
la Jueza Penal Zulma Luna, en el caso particular la misma señaló que la fiscal
Villasboa solicitó la orden recién a las 16:20hs del viernes último y en menos
de una hora fue procesada.
Villasboa, al ser
consultada por la excesiva demora, ya que la misma fue informada del
procedimiento a las 13, argumentó que es lo que tarda en redactar y obtener la
orden.
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