14 de octubre de 2015

Juicio en Santa Fe: piden 8 años de cárcel para Hugo Tognoli

El fiscal federal Martín Suárez Faisal

Por Sergio M. Naymark (La Capital, Rosario)

Por ser "autor de los delitos de encubrimiento triplemente agravado, por haber actuado con ánimo de lucro y ser funcionario público; por incumplir sus deberes; por incumplir con su obligación de promover la persecución y represión de delincuentes; todo ello en concurso real con el delito de coacciones", el fiscal federal Martín Suárez Faisal pidió ocho años de prisión al ex jefe de la policía santafesina Hugo Damián Tognoli. Además exigió que pague una multa de 90 mil pesos y se lo inhabilite por 10 años. Fue en la novena jornada del juicio oral que se le sigue al alto oficial, a otros dos policías que dependían de él en la Dirección de Prevención y Control de Adicciones (DGPCA), a un supuesto narcotraficante y a un dealer ante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.

Durante 100 minutos, el fiscal alegó sin apartarse de lo que fue la requisitoria de elevación a juicio de la causa que tiene como principal imputado a Tognoli y también acusados a Daniel "El Tuerto" Mendoza, para quien pidió 8 años de cárcel y una multa de 15 mil pesos por fabricación y comercio de drogas y coacciones; al comisario José Luis Baella, para quien exigió 7 años de prisión, una multa de 90 mil pesos e inhabilitación para cargos púbicos por diez años bajo la misma acusación hecha a Tognoli; al albañil Fernando Norberto Torres, para quien pidió 4 años y una multa de 4 mil pesos por transporte de drogas; y el sargento Mauricio Santiago Otaduy, para quien exigió una pena de 3 años de prisión efectiva por coacciones.

En su alegato, Suárez Faisal estableció un ordenamiento de doce puntos para sostener la acusación.

Oídos sordos

El fiscal dio por probada la conducta omisiva de Tognoli hacia las denuncias de la titular de la ONG Madres Solidarias Norma Castaño, a quien según su alegato recibió entre 2008 y 2010 distintas veces en su despacho. Y remarcó que cuando Tognoli no la escuchó presentó esas denuncias a fiscales y al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto. Además sostuvo que la testigo María Silva, quien dijo acompañar a Castaño más de una vez, "fue inconsistente en su declaración quizás influida por algún rencor" contra su ex amiga.

Zona liberada

"Mientras Tognoli y Baella estuvieron en Drogas jamás allanaron a Mendoza", dijo el fiscal. Y refirió la declaración de la ex concubina del Tuerto, Sandra Miranda, que dijo que su pareja recibía asiduamente a policías y subía a autos oficiales. También resaltó lo dicho por el testigo de identidad reservada que comentó cómo operaba Baella con Mendoza, cuánta droga movían por semana, cuánto dinero les retribuía y que todo eso se podía hacer porque venía "de parte de la corona", como supuestamente se denominaba a Tognoli.

Para el fiscal, si no hubiese tenido protección policial para fabricar y traficar drogas, Mendoza no podría haber pasado de una casa sencilla y una moto a alquilar una lujosa quinta y tener varios vehículos de alta gama. Y eso no podían desconocerlo en la ex Drogas, dijo Faisal.

El acusador también insistió con el hallazgo, en la casa de Mendoza, de una baliza azul similar a la usada por la policía en autos civiles. Para el fiscal eso demuestra un vínculo entre El Tuerto y la fuerza, más allá de que ese tipo de elementos se adquiere por pocos pesos vía internet.

Otro indicio que esgrimió fue que el auto de la DGPCA que usaba Baella fue visto frente a la casa de Mendoza y además policías de Asuntos Internos vieron subir al supuesto narco al mismo vehículo. También se vio ese auto siguiendo a Mendoza desde el macrocentro santafesino hasta la casa de Castaño el día que Otaduy filmó el video en el cual Mendoza y Castaño se encuentran frente a la casa de la mujer supuestamente en el acto de coacción para que ésta retire las denuncias contra Tognoli. En este sentido, Faisal afirmó que "hubo una concertación criminal para sacar del medio a Castaño y que el encubrimiento a Mendoza pudiera seguir".

Conocido

Para el fiscal no hay dudas de que Mendoza era un delincuente conocido en Santa Fe. Con causas por robo, había purgado una condena por trata de personas y sólo lo allanaron cuando Baella y Tognoli ya no estaban en la DGPCA. Incluso, dijo el fiscal, cuando Asuntos Internos le pidió a Tognoli un informe para saber si lo investigaban, "Tognoli lo obvió".

Suárez Faisal no dudó de la relación estrecha entre Tognoli y Baella, a quien "nombró subjefe de Inteligencia" de la DGPCA y cuando llegó a la jefatura provincial lo designó jefe de Delitos Complejos de la UR XV. En ese marco, el fiscal se preguntó por qué la noche en que hubo una protesta vecinal en Angel Gallardo a la que fueron todos los altos jefes de la policía santafesina, Tognoli mandó a llamar a Baella que era subjefe de Inteligencia de Drogas y no convocó al director o al subdirector de esa repartición. Y concluyó que fue porque sólo confiaba en Baella, con quien "tenía un grado de complicidad criminal".

Suárez Faisal también recordó que la ex Drogas Peligrosas tenía una sección para control de sus efectivos que Tognoli nunca hizo funcionar. Al respecto, el acusado explicó que en 2006, cuando pasó a ser DGPCA, ese reglamento dejó de regir. No obstante, para el fiscal era imposible que Tognoli no supiera lo que pasaba en Drogas ya que el reglamento dice que "Inteligencia debe poner en conocimiento del director todo lo que se investigue para que éste disponga cómo deben seguir" las pesquisas, algo desmentido por todos los testigos policiales.

Confesión

Finalmente el fiscal dijo que lo que se juzga no es un caso aislado. "Esto no pasó sólo durante la presencia de Tognoli sino antes y después. Y hay que recordar que Tognoli tiene un procesamiento firme en la Justicia federal de Rosario, donde las bandas narcocriminales crecieron a partir de su gestión". Y fue el mismo Tognoli, dijo el fiscal, "quien al declarar preguntó ¿soy el único culpable? Y eso es parte de su confesión. Acá hubo irregularidades que permitieron a Baella y Tognoli realizar sus actividades criminales".

También el fiscal aludió a la "teoría de la autoría mediata del superior" para sostener la culpabilidad de Tognoli en las coacciones. "En las estructuras piramidales como la policía domina la voluntad de un hombre que está arriba, son los autores de escritorio que disponen de la organización y plasman una cadena de mandos donde la responsabilidad es mayor según el cargo que se ostenta. Por eso, no son sólo culpables los autores materiales sino también quienes les dan las órdenes".

Entre el lunes y el martes se oirán los alegatos de las defensas. Después habrá que ver si el Tribunal emite su fallo o si lo hace luego de las elecciones. En tanto, ayer las caras de los defensores tras la audiencia no eran las mejores.

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