10 de octubre de 2015

"Alejo Tusibí", el Pablo Escobar de las drogas sintéticas y creador de la "cocaína rosa"

La "cocaína rosa" descubierta en Jujuy por la AFIP

Le dicen la "cocaína rosa", por su aspecto y por su color, y acaba de ser noticia porque dos falsos turistas colombianos que intentaron entrarla al país desde la ciudad de Villazón, Bolivia, fueron detenidos en el paso fronterizo del puente internacional Horacio Guzmán.

El hecho se registró el miércoles 30 de septiembre pero trascendió ayer, luego de que los detenidos prestaron declaración indagatoria en el Juzgado Federal de Jujuy. De 33 y 39 años, los colombianos llevaban 3,730 kilos de esta sustancia alucinógena, valuada por los especialistas de AFIP en 7.900.000 pesos. Proporcionalmente es entre 15 y 20 veces más cara que la cocaína.

Este primer precedente oficial de secuestro de esta droga sintética genera curiosidad respecto a qué tipo de sustancia es, quién la creó, cómo se expandió y qué nivel de consumo y tráfico tiene en otros países del mundo. Se llama nexus en Europa y tusibí en Colombia, por la fonética de la sigla 2CB, como se la denomina de acuerdo a su composición química: 2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina.

Hay un personaje, un ahora prófugo que dio el puntapié inicial para que esta droga se fuera ramificando por varios países de nuestro continente. El antioqueño Alejandro Montoya, más conocido como "Alejo Tusibí", de 34 años y desde hace cinco años imposible de detectar por parte de las autoridades de Antinarcóticos en Colombia y la DEA en Estados Unidos. Dicen que está en México y que desde allí maneja el mercado latinoamericano.

El diario El Colombiano publicó un completo informe en mayo de este año, y en su titular es contudente: "Alejo Tusibí", el Pablo Escobar de las drogas sintéticas". Su historia, según las autoridades, comienza en Envigado hace más de 10 años, cuando Alejo, un joven de clase media y amante de la fiesta electrónica, hace sus primeros contactos y comienza con el consumo de éxtasis, popper y drogas sintéticas menos fuertes.

Un viaje a Europa cambió su vida y lo devolvió a su tierra con un enorme negocio entre manos. En el Viejo Continente conoció a dos jóvenes químicos que tenían la receta de una droga que causaba en furor en buena parte de Europa, llamada 2CB. Este narcótico, conocido como la droga de las élites, era furor en los primeros años de este nuevo siglo y no faltaba en discotecas y eventos de música electrónica en países como Alemania.

Al parecer, "Alejo" experimentó esta nueva droga y lo impresionó. En Colombia nadie sabía de esta sustancia, pero pronto sí volverían a ver a Montoya. "Esas drogas son muy fuertes y, en muchos casos, llegan a los hospitales jóvenes con crisis de pánico, arritmia cardiaca, infartos al corazón, infartos cerebrales, golpes de calor, cuadros alucinatorios y hasta psicosis", describe un médico toxicólogo a este medio colombiano.

"Tusibí trajo la receta de Europa y creó la versión criolla. No sabemos si tuvo estudios o es empírico, pero creó una fórmula muy similar a la del producto. En Medellín la comenzó a consumir con sus amigos y a prepararla de forma artesanal en pocas cantidades. La empezó a regalar a sus amigos y, luego, a conocidos. Hasta que vio la oportunidad de hacer negocio. Le dejó el nombre 2CB y comenzó a vender", agrega un investigador.

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