La "cocaína rosa" descubierta en Jujuy por la AFIP
Le dicen la "cocaína
rosa", por su aspecto y por su color, y acaba de ser noticia porque dos
falsos turistas colombianos que intentaron entrarla al país desde la ciudad de
Villazón, Bolivia, fueron detenidos en el paso fronterizo del puente
internacional Horacio Guzmán.
El hecho se registró el
miércoles 30 de septiembre pero trascendió ayer, luego de que los detenidos
prestaron declaración indagatoria en el Juzgado Federal de Jujuy. De 33 y 39
años, los colombianos llevaban 3,730 kilos de esta sustancia alucinógena,
valuada por los especialistas de AFIP en 7.900.000 pesos. Proporcionalmente es
entre 15 y 20 veces más cara que la cocaína.
Este primer precedente
oficial de secuestro de esta droga sintética genera curiosidad respecto a qué
tipo de sustancia es, quién la creó, cómo se expandió y qué nivel de consumo y
tráfico tiene en otros países del mundo. Se llama nexus en Europa y tusibí en
Colombia, por la fonética de la sigla 2CB, como se la denomina de acuerdo a su
composición química: 2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina.
Hay un personaje, un
ahora prófugo que dio el puntapié inicial para que esta droga se fuera ramificando
por varios países de nuestro continente. El antioqueño Alejandro Montoya, más
conocido como "Alejo Tusibí", de 34 años y desde hace cinco años
imposible de detectar por parte de las autoridades de Antinarcóticos en
Colombia y la DEA en Estados Unidos. Dicen que está en México y que desde allí
maneja el mercado latinoamericano.
El diario El Colombiano
publicó un completo informe en mayo de este año, y en su titular es contudente:
"Alejo Tusibí", el Pablo Escobar de las drogas sintéticas". Su
historia, según las autoridades, comienza en Envigado hace más de 10 años,
cuando Alejo, un joven de clase media y amante de la fiesta electrónica, hace
sus primeros contactos y comienza con el consumo de éxtasis, popper y drogas
sintéticas menos fuertes.
Un viaje a Europa cambió
su vida y lo devolvió a su tierra con un enorme negocio entre manos. En el
Viejo Continente conoció a dos jóvenes químicos que tenían la receta de una
droga que causaba en furor en buena parte de Europa, llamada 2CB. Este
narcótico, conocido como la droga de las élites, era furor en los primeros años
de este nuevo siglo y no faltaba en discotecas y eventos de música electrónica
en países como Alemania.
Al parecer,
"Alejo" experimentó esta nueva droga y lo impresionó. En Colombia
nadie sabía de esta sustancia, pero pronto sí volverían a ver a Montoya.
"Esas drogas son muy fuertes y, en muchos casos, llegan a los hospitales
jóvenes con crisis de pánico, arritmia cardiaca, infartos al corazón, infartos
cerebrales, golpes de calor, cuadros alucinatorios y hasta psicosis",
describe un médico toxicólogo a este medio colombiano.
"Tusibí trajo la
receta de Europa y creó la versión criolla. No sabemos si tuvo estudios o es
empírico, pero creó una fórmula muy similar a la del producto. En Medellín la
comenzó a consumir con sus amigos y a prepararla de forma artesanal en pocas
cantidades. La empezó a regalar a sus amigos y, luego, a conocidos. Hasta que
vio la oportunidad de hacer negocio. Le dejó el nombre 2CB y comenzó a
vender", agrega un investigador.
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