En 2012 y 2013 se incautaron 20 toneladas de cocaína y 250 toneladas de marihuana
Por Daniel Gallo (La Nación)
El crecimiento del narcotráfico fue advertido por varias voces políticas, religiosas, académicas y judiciales, como en el caso de los fiscales federales que renovaron en su informe anual el llamado de alerta frente a la mutación de las redes locales en organizaciones más complejas de perseguir. Esos mensajes de preocupación pueden cuantificarse en datos concretos: más de 40.000 personas fueron imputadas entre 2011 y 2013 por formar parte de la cadena de comercialización de drogas.
Esa cifra, que figura entre las estadísticas reveladas en el informe 2014 del Ministerio Público Fiscal, permite visualizar la magnitud del problema. Dato que hace referencia sólo a los integrantes del sistema narco, sin tomarse en cuenta otras 28.352 causas en las que se definió la aplicación del antecedente del fallo Arriola para establecer la tenencia sólo para consumo personal.
Entre las causas ingresadas en fiscalías federales durante ese período observado aparecen 38.957 con carátulas vinculadas al comercio, acopio o transporte de drogas, incluidos los expedientes por tenencia simple debido a que en estos casos no se puede demostrar el comercio, pero la cantidad de estupefaciente incautado deja de lado la posibilidad de una posesión para consumo personal. Hasta casos con varios kilogramos de droga secuestrada se definieron como tenencia simple. Y se trata de investigaciones en las que bien puede haber más de un imputado. Por ejemplo, una investigación realizada este semana en Córdoba llevó al arresto de diez personas por comercialización de cocaína.
Las causas de droga tienen por lo menos un imputado -el transportista o la "mula"- por lo que la proyección de 40.000 narcos detenidos en tres años es conservadora. Por ejemplo, la policía bonaerense arrestó ayer a cinco personas por tráfico de cocaína en vuelos desde Perú. Menos del diez por ciento está en prisión.
El año pasado, LA NACION publicó un informe sobre detenciones en casos de drogas, para el cual se cruzaron estadísticas de diversas dependencias oficiales -fuerzas de seguridad, penitenciarias y judiciales-para definir un promedio de 15.000 arrestos por año por infracción a la ley de drogas. Si embargo, esa investigación periodística sólo podía acercarse a un porcentaje de casos alcanzados por el fallo Arriola, que desde 2009 evita penar la tenencia para consumo personal. Los datos oficiales del Ministerio Público Fiscal ayudan ahora a definir concretamente que 13.301 causas por drogas iniciadas en 2013 apuntaron a diferentes eslabones narco.
En cambio, las causas de ese año en las que los fiscales decidieron aplicar la tenencia para consumo personal fueron otras 7221.
En 2012 empezaron en las fiscalías federales 13.131 causas por narcotráfico (otras 9735 fueron por tenencia para consumo), mientras que en 2011 arrancaron 12.520 investigaciones por comercio o tráfico de drogas (ese año otros 11.396 expedientes fueron por tenencia para consumo). Las estadísticas oficiales correspondientes a 2014 deberán ser enviadas el año próximo al Congreso por parte del Ministerio Público Fiscal. Y los escritos elevados por los fiscales advirtieron, a modo de anticipo, que las causas narco se incrementaron el año pasado de manera "notable", tal como dejaron constancia varias fiscalías en ese documento.
Otro dato indirecto que marca un potencial aumento de la cantidad de imputados por narcotráfico durante 2014 es referido por la mayor actividad policial, ya que el año pasado las fuerzas federales tuvieron, por lo menos, un 15 por ciento más de operativos antidrogas en relación con 2013.
Por su parte, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó un informe, en mayo pasado, en el que también se indica el crecimiento del fenómeno narco. Ese documento indagó sobre los puestos de venta de droga, el llamado narcomenudeo, y estableció que en 2014 las bocas de expendio narco se ubicaron en el 45% de los barrios consultados, mientras que en 2010 tomaban posiciones en el 30%. Esos quioscos de drogas empezaron a mutar del pasamanos callejero a los llamados búnkeres que se hicieron fuertes en Rosario y se replicaron en Córdoba y en el conurbano.
Además, las 13.301 causas exclusivamente por narcotráfico iniciadas en 2013 pueden compararse con las 8118 personas imputadas por transporte o comercialización de drogas en 2009, dato relevado en ese momento por la Sedronar en un informe que dejó de lado las causas por tenencia para consumo personal.
El volumen local del problema narco puede apuntalarse también con cifras de decomisos de drogas. En junio pasado, el informe anual de las Naciones Unidas notificó que en 2012 y 2013 fueron secuestradas en la Argentina 250 toneladas de marihuana y unas 20 toneladas de cocaína. Esos cargamentos capturados representan una pérdida al negocio narco estimada en 3500 millones de pesos.
Dejar de ganar ese dinero en dos años y tener a más de 40.000 integrantes procesados en un período casi similar no parece detener el avance de las drogas. Es que los especialistas -políticos, judiciales y policiales- observan que las redes se mueven con el sistema de núcleo débil, sin un centro unificado de control, sino con múltiples ramificaciones, a escala muchas veces familiar o vecinal, sin contacto entre sí y con fuerte dispersión territorial.
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