El cadáver de Gutiérrez Camacho y su foto, arriba a la derecha
Se siguen sumando intrigas sobre el asesinato del colombiano en Palermo. Su hermana vino a buscar su cuerpo y, como su novia, también dijo desconocer datos del pasado y actividad de la víctima. Se sospecha entorpecimiento de la investigación.
Son pocas las pistas que ayudan a develar el caso del ciudadano colombiano Carlos Alberto Gutiérrez Camacho (41), asesinado en Palermo mientras andaba en bicicleta junto a su novia y a un tercer individuo, cuya identidad aún no se pudo comprobar.
Las autoridades locales poco saben del pasado y de las relaciones de Gutiérrez Camacho, dado que se encuentran esperando información de Interpol que les ayude a armar un perfil de la víctima. En esta línea de la investigación, la fiscal de la causa, Cristina Caamaño, explicó a Crónica que se intentó indagar a la novia para conocer más sobre el pasado de Camacho, pero “ella no sabía nada. Desde que vino a la Argentina no conoció a los amigos de Gutiérrez Camacho, no se relacionó con sus allegados. Ella no sabe nada del pasado de él. Cada vez que ella le preguntaba por su pasado, él automáticamente cambiaba de tema”, explicó la fiscal, dejando abierto un manto de duda sobre la vida de la víctima, de la que muy poco se sabe.
Pero la historia se torna aún más sospechosa y la investigación se ve cada vez más entorpecida por la falta de aportes de los allegados y familiares: la fiscal contó a Crónica que días atrás llegó al país la hermana del hombre asesinado, que estaría autorizada a llevar a Colombia el cuerpo de la víctima. Consultada por la fiscal sobre el pasado y presente de la víctima, la hermana de Camacho dijo desconocer mayores datos de su vida, sus relaciones o su actividad; de hecho, “no tenía idea de nada, desconocía qué se encontraba haciendo en la Argentina. Ni siquiera sabía que él era fotógrafo”, explica a Crónica Caamaño, ante lo que no puede evitar expresar: “La verdad es que parece que no quisieran hablar, lo cual lleva a sospechar”.
Otras pistas del caso
Todos los elementos de esta historia parecen sacados justamente de una telenovela: hipótesis de carteles de narcotráfico, lavado de dinero, organizaciones delictivas y “peces gordos” que encargan un asesinato.
Lo cierto es que por el momento las pistas son endebles, por lo que no se descarta ninguna de las hipótesis, por más sacadas de la ficción que parezcan. “Seguimos sin tener rastros de esta tercera persona. Manejamos dos hipótesis: una, que está asustado por los hechos y permanece escondido, y la otra, que fue el entregador”, dijo la fiscal a Crónica en referencia a quien se conoce bajo el apodo de “El Diablo”, que fue apuntado como el posible entregador de la pareja.
Más allá de que se trate de un caso complejo, porque la recolección de datos e información depende de los tiempos y la cooperación internacional, otro obstáculo que se presenta -y sobre el que la fiscalía tiene puesto el foco- es la existencia en Colombia de la llamada ley de pacificación“donde se ha cambiado la identidad de muchas personas para que puedan iniciar una nueva vida. Entonces Gutiérrez Camacho tal vez antes tenía otra identidad; esto nos lleva a manejar la hipótesis de que la gente que estaba relacionada con él también puede tener otro nombre”, sostiene en exclusiva para Crónica la fiscal del caso. Éste no es un dato más en la investigación, sino que se trata de un punto de inflexión en la búsqueda por descubrir a los autores de este crimen, ya que mediante esta ley que rige en Colombia muchos delatores que buscan la reducción de su pena son protegidos mediante el cambio de su identidad. Esto complica la investigación que lleva adelante Caamaño, dado que se busca conocer al “pez gordo” que puede estar detrás de este ajuste de cuentas.
Consultada la fiscal sobre las posibles vinculaciones de Camacho con el narcotráfico, no quiso dar precisiones y advirtió que “se está aún investigando y hemos pedido más documentación a Colombia para conocer ciertos detalles. Necesito adentrarme en parte de la vida privada de la víctima para poder ver cuál fue el inconveniente por el cual terminaron asesinándolo. Por la forma de proceder suponemos que los asesinos fueron colombianos”.
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