28 de febrero de 2017

Córdoba: cultivadores de cannabis de uso medicinal buscan el aval del Estado

Cultivadores de cannabis para uso medicinal piden el aval del Estado

Por Gabriela Origlia (La Nación)

Organizaciones de cultivadores de cannabis constituyeron un Frente Nacional para insistir ante las autoridades nacionales con su pedido de que se revierta el límite impuesto en el proyecto de ley votado en la Cámara de Diputados, y pendiente de tratamiento en el Senado, que autoriza el uso medicinal del alcaloide, pero sólo si es el importado. Quieren que se les permita cubrir la demanda de los pacientes sin ser criminalizados.

Alejandro Corda, moderador del encuentro que terminó ayer y que reunió a 22 organizaciones, explicó a La Nación que hay una persecución "creciente" de los productores que proveen de cannabis a los pacientes con indicación médica. "La demanda aumenta y la única respuesta surge de estos cultivadores solidarios, no del Estado -continuó-. Diputados aprobó el acceso al cannabis medicinal, pero empuja a la ilegalidad a quienes atienden esa necesidad".

La detención en el partido bonaerense de Ezeiza, hace una semana, de Adriana Funaro -la cultivadora de cannabis que fabricaba aceite con las flores de la planta para combatir los dolores de su artrosis- renovó el debate. Después de tres días en la comisaría de Monte Grande, la mujer cumple ahora prisión domiciliaria y sigue procesada por el delito de "siembra o cultivo para producción de estupefacientes", que tiene una pena de entre 4 y 15 años de prisión.

Funaro integra la organización "Jardín del unicornio". Su compañero Nicolás Breg dijo a la nacion que tienen capacidad para proveer aceites a una docena de pacientes: "La iniciativa de Diputados no ofrece una solución real a los enfermos; hace años que presentamos proyectos para que se autorice el autocultivo". A su entender, ni el oficialismo ni la oposición tienen interés real en una salida. La iniciativa, aprobada por la Cámara baja en noviembre, abre un "período ventana" de importación hasta que el Estado esté en condiciones de producir cannabis para uso medicinal.

Oportunidad en el Senado

Las organizaciones cannábicas, pacientes y familiares insistirán con su planteo ante los senadores. Importar una botella de 30 mililitros de aceite de cannabis desde Uruguay o Chile cuesta, en promedio, unos 300 dólares. "Los trámites para la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica [Anmat] son engorrosos y largos. Si no hay protocolo médico, quien entra el aceite es considerado un narcotraficante", apuntó Breg. A fines de 2016 la Anmat informó que aunque recibe muchas solicitudes para el ingreso de productos farmacéuticos derivados del cannabis sólo autorizó los destinados al tratamiento de la epilepsia refractaria de niños y adultos jóvenes.

Delfina tiene tres años y padece de microcefalia; se la trata con cannabis y su familia afirma que hay avances. Sus abuelos participaron del pedido de libertad de Funaro. "Jardín del unicornio" les entrega el aceite para la niña. Integrante del Movimiento Manuel Belgrano y coordinadora en Córdoba de Mamá Cultiva, Brenda Chignoli señaló que hay "desesperación" entre quienes piensan que su aceite está "en riesgo".

Entre los aspectos debatidos se cuenta un protocolo de seguridad a seguir por los cultivadores. Indican que para atender la demanda medicinal no sólo hace falta cantidad sino también calidad. "Estamos desbordados de pacientes, falta aceite y hay presión y persecución por parte del Estado. Los allanamientos se multiplican; se llevan las plantas y les pintan los dedos [les toman las huellas dactilares] a los dueños", describió Chignoli.

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