1 de mayo de 2016

Fiscales piden que las provincias tomen la lucha antidrogas

El narcomenudeo, motivo de preocupación de los procuradores generales

Por Daniel Gallo (La Nación)

Los procuradores generales de todas las provincias proponen un cambio del paradigma de persecución penal de las drogas. Tras un encuentro en el que se analizó el problema del narcotráfico en la Argentina, los jefes de los fiscales de los sistemas judiciales provinciales llegaron a una conclusión: el actual sistema, en cabeza de la justicia federal, "conduce a la impunidad del narcomenudeo". En consecuencia, piden a los gobernadores que se adhieran a la ley 26.052, que saca del fuero federal la lucha contra el comercio de estupefacientes.

Esa norma fue aprobada en el Congreso en 2005, a pedido de Buenos Aires, y desde entonces muy pocas provincias aceptaron hacerse cargo de las investigaciones sobre puestos de venta de drogas. Además de Buenos Aires, sólo Salta, Córdoba y Entre Ríos impulsaron a sus tribunales a tomar las causas de microtráfico.

Esa iniciativa siempre fue criticada por la justicia federal, donde se tramitan los expedientes vinculados a la actual ley antidrogas. Incluso, la Corte Suprema de Tucumán bloqueó, en 2015, la aplicación en su territorio de la medida. Sin embargo, los fiscales provinciales consideran hoy que es una medida necesaria para enfrentar la narcocriminalidad.

"La solución de este problema demanda una reacción urgente", se afirmó en el documento firmado por los consejos federales de procuradores.

En su advertencia sobre la necesidad de contar con más herramientas legales para frenar el avance narco, los procuradores y fiscales provinciales afirmaron: "La actual gestión judicial de los delitos de tráfico de drogas en el ámbito federal conduce a la impunidad del llamado narcomenudeo o microtráfico, que es el vínculo de las organizaciones dedicadas al narcotráfico con la comunidad, ya que la justicia federal se ha visto imposibilitada de abordar esta clase de delitos".

Uno de los problemas centrales en las investigaciones sobre drogas pasa por la importancia que se asigna a cada eslabón de la cadena narco. Hasta hace muy poco tiempo los juzgados federales dieron prioridad a la caza de zonas de acopio, de redes de transporte y de organizaciones de traslado de droga al exterior. Incluso el discurso público expuso a los vendedores minoristas como simples "perejiles" cuya persecución penal sólo provocaba el desborde de la actividad de los juzgados. Sin embargo, a fuerza de violencia en la lucha territorial por los puntos de expendio, el narcomenudeo mostró su extrema peligrosidad.

La rosarina banda de “Los Monos” quedó enfocada como la concreta imagen de las bandas narcos que hoy se mueven por la Argentina. Se trata de organizaciones criminales de escasa complejidad, armadas a partir de lazos de sangre o de vecindad, que empiezan a ser autosustentables en el abastecimiento de la materia prima y procuran tener cada vez mayor poder de fuego.

Los ataques y venganzas narcos ya son algo cotidiano en la Argentina. Y “Los Monos”, justamente, comenzaron a ser desarticulados, no por la justicia federal rosarina, sino por los tribunales provinciales, que conectaron causas de homicidios para perseguir al violento grupo. Esa clase de bandas, las más visibles para la sociedad, son las que piden enfrentar los fiscales provinciales.

En la declaración de los representantes de los Ministerios Públicos Fiscales se considera "exitosa" la experiencia de las provincias que se adhirieron a la ley nacional de desfederalización de la lucha contra el microtráfico. La realidad, en ese sentido, muestra contrastes y problemas de todo tipo.

Promovieron adoptar decisiones similares en el resto de los distritos para conseguir "una eficaz política de persecución penal que se traduciría en una similar presión en todo el territorio nacional contra este fenómeno criminal".

Entre las críticas a la desfederalización de la lucha contra las drogas aparece siempre el ejemplo de policías provinciales penetradas por los narcos, con importantes jefes detenidos, como ocurrió en Córdoba, Santa Fe, Formosa y, ayer mismo, en San Juan.

Más allá de la posición de los fiscales provinciales, el Gobierno también busca mayor resolución en causas de narcotráfico.

Otras vías de acción

El Ministerio de Justicia planteó la creación de fiscalías especializadas en drogas y contar con al menos una docena de jueces sin límite de jurisdicción que puedan hacerse cargo de investigaciones en varias provincias a la vez.

Con el consenso de la Corte Suprema y de los jueces federales también se avanzará en acciones sobre causas madre que permitirían golpes contra el narcomenudeo conectando investigaciones antes aisladas. Eso abrió, por ejemplo, la puerta al masivo ingreso preventivo de policías federales en la villa 31, de Retiro.

En Diputados debe empezar a tratarse un proyecto de ley sobre flagrancia para casos de narcomenudeo, y el Gobierno prepara la definición de la cantidad de droga que podrá ser considerada como tenencia para consumo personal. Muchos vendedores minoristas, hoy, son beneficiados por el vacío legal generado en 2009 por el fallo Arriola, de la Corte, que resolvió que tener un gramo de marihuana no era punible.

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