Los consumidores suelen esconder las pastillas debajo de las botellas de agua mineral
Por Valeria Román (Clarín)
La fiesta electrónica de anoche en Costa
Salguero terminó con el triste saldo de 5 jóvenes muertos y otros 5 internados.
Los primeros resultados de los análisis de muestras de los muertos y los
internados indican que habían consumido éxtasis, una droga de abuso que se
consume como estimulante psicoactivo en pastillas o tabletas, según informaron
fuentes del Hospital Fernández de Capital a Clarín. Esperan más estudios del
área de toxicología forense, que está interviniendo para investigar las causas
de la tragedia.
El éxtasis es considerada erróneamente como
una "droga recreacional" para divertirse los fines de semana. Sin
embargo, sus efectos pueden ser muy perjudiciales a corto y a mediano plazo.
Por un lado, puede aumentar la sensación de intimidad afectiva con los que
están alrededor del que consume la droga, y da más energía, que se necesita
para durar despiertos las muchas horas en que transcurren las fiestas
electrónicas como la de anoche en Costa Salguero. Por otro lado, el éxtasis
puede hacer que la persona ignore síntomas negativos como la deshidratación,
los mareos y el agotamiento, y también puede aumentar la temperatura corporal.
Pero la persona sigue moviéndose y no presta atención. A los efectos del
éxtasis, hay que agregarle el del alcohol, que también se habría consumido
anoche durante la fiesta y que aumenta también la desinhibición social, pero
produce alteraciones en el organismo.
Además, según la campaña de la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el éxtasis puede dañar
gravemente órganos internos como el hígado y los riñones, y a veces provocar
convulsiones e insuficiencia cardíaca. En grandes dosis, causa también
intranquilidad, ansiedad y graves alucinaciones visuales y auditivas. A más
largo plazo, su consumo puede dañar determinadas zonas del cerebro, lo que
puede provocar graves depresiones y pérdida de memoria. Como cualquier otra
droga ilícita, el éxtasis también obnubila la capacidad de discernimiento y
aumenta las posibilidades de que se tomen decisiones que pueden ser dañinas,
como tener relaciones sexuales sin protección y compartir agujas. Por eso, los
que consumen drogas corren mayor riesgo de adquirir el virus del sida,
hepatitis u otras enfermedades transmisibles.
En la Argentina, el consumo de éxtasis o
metanfetamina, que son considerados estimulantes “de diseño”, creció durante
los últimos años. En 2011, la ONUDC presentó un informe en el que puso el foco
en el caso de Argentina, donde la prevalencia del consumo de éxtasis entre
estudiantes creció del 0,2 % en 2001 al 2,6 % en 2009, y puso al país en el
segundo lugar de la región detrás de Chile (3,7%).
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