2 de marzo de 2016

Asesinan en Rosario a un joven desde una moto frente a un histórico quiosco de drogas

Tarragona al 1100 bis, una esquina rosarina que ha sumado varios homicidios en los últimos años

Gerardo Ignacio Ruiz Díaz, alias "Gordo Pupo" y de 23 años, murió el lunes a la tarde tras ser baleado desde una moto a las puertas del "búnker del medio", un histórico quiosco de venta de drogas de Tarragona al 1100 bis, en el barrio Emaús. Sobre el asesinato no existen más que escuetos datos brindados desde la Fiscalía y que refieren a que la víctima fue acribillada la noche del domingo con varios disparos que lo alcanzaron sobre el lado izquierdo del cuerpo. En el barrio, en tanto, se habla de que la noche del sábado "el Gordo le pegó mal a un pibe, pero muy mal, y el loco le dijo que iba a volver. Y volvió".

Emaús es un barrio peculiar en la zona noroeste de la ciudad. Pobre, como la mayoría de la periferia rosarina, está conformado por humildes casas de material mezcladas con prefabricadas de techos bajos, calles con mejorado, veredas de tierra y zanjas pestilentes. Está cercado por los monoblocks del barrio 7 de Septiembre, las casas señoriales de Fisherton Norte, los ranchos de la villa La Bombacha y construcciones de clase media del barrio Hostal del Sol. Además, el lugar carga con el sello de tener uno de los puntos de venta de drogas más antiguos de Rosario: "el búnker del medio". Un quiosco afincado a partir de la crisis del 2001 en Tarragona entre Génova y Juan B. Justo. Desde aquel momento el local se ha movido en alguna oportunidad para despistar cuando hizo falta.

En la actualidad "el búnker del medio" es más una referencia que un punto fijo de venta, lo que se modificó a partir de la irrupción de las fuerzas de seguridad nacionales en abril de 2014. "El búnker modificó sus hábitos hacia el delivery. Tiene motitos con las que hacen el reparto de la droga. ¿Quién se va a poner a parar a los deliverys?" explicó un vecino de la zona, sumergido en la máxima discreción y con una voz por demás de baja.

Saga que mete miedo

"Nadie te va a hablar porque acá todo está más que claro: vos hablás y te cagan a tiros la casa. Vas y los denuncias en la comisaría y te cagan a tiros la casa. Esto es un círculo vicioso al que lamentablemente todos nos acostumbramos, pero que es imposible de tumbar. Todos los vecinos saben qué es lo que pasa, pero nadie va a denunciar porque todos tenemos familia", explicó el hombre.

La muerte del Gordo Pupo se sumó al listado de jóvenes que dejaron sus vidas en las inmediaciones del "búnker del medio". El grueso de los hechos tuvo lugar en la misma manzana, delimitada por Sánchez de Loria, Tarragona, Génova y Juan B. Justo. Juan Alberto "Pelado" Jaime, de 19 años, fue asesinado en octubre pasado en Sánchez de Loria y pasaje Franklin; Franco Nicolás "Nico" Burgos, de 20 años, cayó el 13 de abril de 2014 en Sánchez de Loria al 1000; Iván Daniel Romano, de 22 años, fue ultimado en Tarragona al 1100 bis; Pedro "Monito" Altamirano, 19 años, murió bajo las balas el 20 de septiembre de 2012 en inmediaciones de Tarragona y Juan B. Justo; Iván Bisbal, de 14 años, terminó muerto el 13 de agosto de 2011 en Juan B. Justo al 7900. Y eso sin contar la vida de soldaditos como "Picachu", que tras haber sido blanco de varias balaceras hoy está postrado y depende de una colectomía.

Cosa de Tuertos

En el último lustro "el quiosco del medio" tuvo como referencia a dos hombres con similar apodo: uno fue Roberto "Tuerto Boly" Padilla, asesinado en diciembre de 2012; el otro fue Gustavo Armando "Tuerto" Cárdenas, preso desde octubre de 2014 por el crimen de su antecesor. Con Cárdenas afuera, quien tomó las riendas del negocio parece ser una incógnita, aunque referentes autóctonos hablan de "La tuerta Ramona" y "La vieja Pety", quienes desarrollaron en el lugar un negocio familiar.

En cuanto a los motivos de conflictos que tienen los soldaditos del búnker van desde las peleas internas a las broncas que mantienen con los pibes del barrio 7 de Septiembre o de Hostal del Sol.

En este contexto, el Gordo Pupo desentonaba porque, según relataron los vecinos, no vivía en esa zona. Por su edad, 23 años, se infiere que tenía algún charretera en la jerarquía del negocio de la venta de estupefacientes, algo que ayer fue imposible de comprobar debido a que la cuadra era un hervidero de pibes sin calma que lo único que hacían era observar la labor de los periodistas con ojos amenazantes.

Sin palabras

Según la información oficial, el Gordo Pupo estaba el domingo a las 1.30 de la mañana cerca del ingreso al búnker cuando dos hombres en moto pasaron y dispararon con pistolas calibre 9 milímetros. La víctima recibió impactos en el tórax, y el brazo y la pierna izquierda. Fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez en una ambulancia pública y el lunes a las 15.50 murió como consecuencia de las heridas recibidas. Fuentes allegadas a la pesquisa, en manos del fiscal Pablo Pinto, indicaron ayer que tienen a un sospechoso individualizado. En el barrio, por lo pronto, ya lo están buscando.

Son menos que el año pasado

El mes de febrero llegó a su fin con un total de 16 homicidios registrados en el departamento Rosario. Sumados a los 18 crímenes perpetrados en el primer del año se llega a un trágico acumulado de 34 asesinatos. Y a pesar de que el número asusta, porque detrás de cada número hay una vida, un nombre y un apellido, muy distante está la estadística en relación a lo ocurrido en 2015 cuando en enero hubo 27 crímenes y en febrero 22, sumando 49 hechos en dos meses.

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